- Levantó su voz y se manifestó contra lo que no era afín a sus creencias.
- Encarcelado en varias ocasiones estuvo en Lecumberri y las Islas Marías.
- Participar activamente en el movimiento de 1968 lo llevó otra vez a prisión.
De la Redacción.
El pasado miércoles 14 de abril se cumplieron 45 años de la muerte de José Revueltas, un reconocido escritor y activista mexicano que con su obra sobresalió como una de las figuras más importantes en la creación artística del país.
Con alma revolucionaria, el 20 de noviembre de 1914 nació en el municipio de Santiago Papasquiaro, Durango. Sin embargo, seis años después de su natalicio, la familia de Revueltas se mudó a la Ciudad de México. Luego de la muerte de su padre, el joven abandonó la escuela y se educó de manera autodidacta en la Biblioteca Nacional.
Extraordinario escritor. Su apasionamiento lo llevó, no sólo a retratar en sus textos al México que lo vio crecer, pero que también lo motivó a levantar la voz y pelear muy a su manera, sino también a participar de forma activa en las manifestaciones en contra de aquello con lo que no comulgaba.
El ejercicio de la militancia política la inició a muy temprana edad, pues fue a los 13 años cuando se integró a la organización Socorro Rojo Internacional.
En 1930, al poco tiempo de haber entrado al Partido Comunista Mexicano (PCM), fue encarcelado por propaganda política. Se trata de la primera vez en la que el escritor fue trasladado al penal en Islas Marías, situación que ocurrió de nuevo en noviembre de 1932.
DESARROLLÓ CREATIVIDAD
DURANTE SU CAUTIVERIO
Como ha sucedido con muchas figuras artísticas, sus experiencias en prisión nutrieron su obra literaria, logrando plasmar sus impresiones sobre lo que los presos sufren en el confinamiento. A este periodo corresponde la novela de Los muros de agua, que se publicó hasta 1941.
José Revueltas fue un disidente del sistema político mexicano en todas sus vertientes, incluidas las de la izquierda. Fundó la liga Leninista de Espartaco y más tarde fue expulsado. “Podríamos afirmar que José Revueltas no veía en el marxismo una fe, sino un instrumento de liberación social”, señala la Secretaría de Cultura (Seculta) en un texto publicado en 2014.
INFLUENCIAS
LITERARIAS
Las influencias literarias en Revueltas son varias. A Norma Castro Quiteño le describe este aspecto: “Ha influido mucho sobre mi literatura Malraux. Cuando algunos críticos han dicho que Faulkner es mi modelo literario, se equivocan. Malraux es una de las grandes influencias que he tenido, particularmente La condición humana, que encierra enorme lecciones de creación literaria. Dostoievski también ha influido mucho en la primera parte de mi formación literaria. José Carlos Mariátegui ha sido siempre mi maestro, pero en la cuestión ideológica. Fue él quien abrió los ojos a mi generación ante la necesidad de adaptar el marxismo a las condiciones nacionales y continentales, y no hacer un marxismo de importación, zafio y de repetición de fórmulas, sino tratar de captar la realidad nacional.”
EXPULSADO DEL PARTIDO
COMUNISTA MEXICANO
El año de 1943 fue una época intensa en la biografía del escritor, pues su novela El Luto humano fue galardonada con el Premio Nacional de Literatura. En este mismo año fue expulsado del PCM al chocar con la dirigencia de Dionisio Encinas, situación derivada de la expulsión de Hernán Laborde y Valentín Campa.
De acuerdo con la Enciclopedia Electrónica de Filosofía Mexicana, creada por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), luego de su salida del Partido Comunista Mexicano, Revueltas dirigió sus esfuerzos a la construcción de una fuerza socialista que unificara a las distintas voces de dicho pensamiento político.
En esta misión, el autor se relacionó de manera más intensa con Vicente Lombardo Toledano. Según un pasaje citado por la institución educativa, el objetivo de esta nueva organización era ayudar a construir el partido de la clase obrera.
“Mi criterio era el siguiente. El PP (Partido Popular) iba a nacer, y eso estaba muy bien, como el partido de las grandes masas pequeño-burguesas, cuyo papel es tan importante, y en México decisivo, dentro de la táctica y las estrategias generales del proletariado. Los marxistas tendríamos entonces la misión, dentro del PP, de funcionar como fracción organizada que representaría los intereses de la clase obrera, sentando las bases para que, en un futuro no muy distante, se pudiese crear un auténtico partido marxista-leninista (mediante la unidad de la fracción marxista con otros grupos, incluso los militantes más conscientes del PCM) que tendría su aliado más firme en el partido de la pequeña burguesía urbana y las clases campesinas en que necesariamente devendría el Partido Popular, concebido al modo en que yo lo prefiguraba”, manifestó el reconocido escritor en sus memorias publicadas en el tomo II del libro póstumo Las evocaciones requeridas.
GUIONISTA, ENSAYISTA
Y CRÍTICO POLÍTICO
Además de ser novelista y cuentista, José Revueltas se desempeñó como guionista, ensayista y crítico político. En 1967 recibió el Premio Xavier Villaurrutia por su trayectoria literaria. Octavio Paz dijo de él que era “uno de los mejores escritores de mi generación y uno de los hombres más puros de México”.
VASTA OBRA
LITERARIA
Entre su obra se cuentan novelas, cuentos y drama, de donde destacan “El Cuadrante de la Soledad”, “Dios en la Tierra”, “Los días terrenales”, “Los Motivos de Caín», “Dormir en la Tierra”, “El Luto Humano”, con el que gana el Premio Nacional de Literatura en 1943 y “El Apando”, obra que es llevada a las pantallas del cine en 1969. En esta obra, narró algunas de las experiencias vividas, mientras estuvo preso en El Palacio de Lecumberri.
MOVIMIENTO DE 1968
Un año crucial en la vida del autor fue 1968, cuando se gestó el movimiento estudiantil en México. Luego de este histórico episodio, José Revueltas fue nuevamente encarcelado en Lecumberri. “De esta experiencia emana otro texto, Dialéctica de la conciencia (1982), que se publicó de manera póstuma reuniendo las últimas correcciones del autor y otros ensayos inacabados”, señala el texto de la UAM.
Extraordinario escritor. Su apasionamiento lo llevó, no sólo a retratar en sus textos al México que lo vio crecer, pero que también lo motivó a levantar la voz y pelear muy a su manera, sino también a participar de forma activa en las manifestaciones en contra de aquello con lo que no comulgaba.
Revueltas falleció el 14 de abril de 1976, a causa de un paro cardiaco. Recibió un homenaje póstumo en la Universidad Nacional Autónoma de México. Durante su discurso, el escritor Juan de la Cabada pidió un minuto de aplauso, pues el silencio no era para alguien que nunca se había callado.