En 2030 la pobreza en México aumentaría 40 por ciento: ASF


Vivienda, otro grave problema

Cifras oficiales: 20.5 millones en pobreza alimentaria, 29.1 millones en pobreza de capacidades y 55.2 millones en pobreza de patrimonio.

Coordinadora de Prospera asegura que México es “punta de lanza y el modelo” que actualmente siguen Brasil y otros 30 países en el combate a la pobreza.

Claudia Villegas/Érika Ramírez

En México hay una transmisión intergeneracional de la pobreza, lo que se traduce en que el 28 por ciento de la población, ubicada en una clase social baja, se percibió en una situación económica similar a la de sus padres, y esto implica que difícilmente alguien que haya nacido en un hogar de escasos recursos perciba que tiene oportunidades de ascender, al menos a los niveles intermedios de la sociedad.

En un informe sobre la Evaluación de la Política Pública de Prospera, Programa de Inclusión Social, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) explica que en la medida en que ésta condición de pobreza “obtura el horizonte de lo que se piensa posible, (para la población) plantear expectativas en las próximas generaciones es un asunto superfluo o irreal”.

Y es que los datos recabados en esta evaluación muestran que sólo el 9.7 por ciento de la clase media baja provenía de hogares pobres; en el caso de la media, el 3.7 por ciento, y en el de la media alta, únicamente 0.1 por ciento.

La Auditoría señala que “aun cuando la movilidad social se acepta como un parámetro de mejora en las condiciones socioeconómicas de la población, no se dispone de información oficial respecto de dicha movilidad en la población beneficiaria de Prospera”, programa operado por la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol).

 

CIFRAS ALARMANTES

Cifras de la Evaluación de Diseño Prospera, Programa de Inclusión Social, elaborado por Althria Consulting Group S.A. de C.V. para el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), muestran el panorama de carencias registradas en 2015: hay 20.5 millones de mexicanos en pobreza alimentaria; 29.1 millones en pobreza de capacidades y 55.2 millones en pobreza de patrimonio.

Aunque a lo largo de dos décadas el gobierno federal ha invertido recursos millonarios a esta política pública, las crisis económicas y deficiencias en la operación del programa han impedido la superación de este flagelo y la movilidad social, expone la ASF a cargo de Manuel Portal Martínez.

 

DISTRIBUCIÓN DEL PRESUPUESTO 2016

En el Presupuesto de Egresos de la Federación 2016 se asignaron a desarrollo social 46 mil 804 millones 407 mil 932 pesos; Educación Pública, 29 mil 152 millones 424 mil 805 pesos, y Salud, 6 mil 209 millones 909 mil 161 pesos, para dar un total de 82 mil 166 millones 741 mil 898 pesos.

Para Paula Hernández Olmos, coordinadora de Prospera, Programa de Inclusión Social —que actualmente beneficia a 6.8 millones de familias—, habrá una baja en las cifras de pobreza porque los beneficios se están dispersado en más de 10 mil comunidades, en su mayoría indígenas, donde anteriormente no llegaban los programas de desarrollo social.

Egresada del Instituto Tecnológico de Monterrey, Hernández Olmos asegura que México es “punta de lanza y el modelo” que actualmente siguen Brasil y otros 30 países en el combate a la pobreza, bajo el esquema de transferencias.

Prospera es la continuidad de los programas de Desarrollo Humano Oportunidades (que operó en las administraciones panistas de Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa, desde marzo de 2002) y del de Educación, Salud y Alimentación (Progresa, operado en el priísmo, desde agosto de 1997 a 2002).

Manuel Portal MartÌnez
Manuel Portal MartÌnez

LAS PROYECCIONES

La “Evaluación de la Política Pública de Prospera, Programa de Inclusión Social”, elaborada por la ASF, estima que los tres rubros de medición de la pobreza en el país aumentará en promedio 40 por ciento en un periodo de 18 años.

Tal es el caso de la pobreza alimentaria, que se incrementaría en 40.6 por ciento, al pasar de 23 millones 88 mil 900 personas registradas en 2012, a 32 millones 469 mil 400 en 2030; la pobreza de capacidades se elevaría en 41.4 por ciento, al pasar de 32 millones 881 mil 600 personas a 46 millones 508 mil 200; la pobreza de patrimonio aumentaría en 39.4 por ciento, al pasar de 61 millones 350 mil 400 personas a 85 millones 524 mil 900.

De continuar con estas tendencias, “el número de personas en algún tipo de pobreza unidimensional se incrementará en mayor medida que el crecimiento poblacional y que el aumento en el número de personas beneficiadas por Prospera.

Al respecto, se considera que la política pública no contribuirá, en el mediano plazo, a resolver el problema de la prevalencia de la pobreza, sino a contener dicho fenómeno, ya que está supeditado al comportamiento de la economía nacional”, indica la ASF.

Las evaluaciones institucionales de Prospera no son nada alentadoras, tanto el Coneval como la ASF revelan deficiencias en la operación y diseño de los mismos.

Hasta 2015, la ASF indica que en el ámbito de educación e inclusión “no se identificaron problemas, causas y efectos precisos para los tipos de inclusión; sólo se explicó de forma general que ser excluido es uno de los efectos que acontecen por la insatisfacción de necesidades y la falta de desarrollo de capacidades en educación.

“Aunque se abordó que la problemática de la inclusión sucede en distintas áreas, no se definió como un problema la convergencia de las acciones de los otros sectores gubernamentales, tales como el financiero, el laboral y el educativo, lo cual supone un riesgo para que la política careciera de información para diseñar e implementar acciones que se dirigieran con exactitud a atender las causas del problema de la inclusión”.

 

 RESPECTO A LA SALUD

Del factor salud, alerta sobre las imprecisiones que hay para advertir de las enfermedades que padecen los más pobres del país, así como las carencias en infraestructura y la baja calidad de los medicamentos.

“El problema de la salud se refiere a la alta incidencia de enfermedades de las personas en pobreza. No obstante, la CNPSS [Comisión Nacional de Protección Social en Salud], en el marco de Prospera, no precisó los padecimientos que forman los cuadros más comunes en la población en pobreza.

“Las causas del problema se orientaron a factores económicos, a la falta de acceso a la alimentación y sus consecuencias en la nutrición, así como a los malos hábitos en este aspecto; el gobierno federal incluye como causas la baja calidad de los servicios de salud, la deficiente infraestructura para esos servicios y la ausencia de una cultura de prevención y autocuidado. Los efectos del problema de la salud en las personas en pobreza se refieren a la baja calidad de vida, pérdidas económicas a nivel personal y social (costo económico social y privado) y bajos niveles de productividad”.

 

EL RUBRO ALIMENTOS

En torno al problema de la alimentación, llama la atención la baja calidad, y la ASF identifica que “el problema de la alimentación de las personas en pobreza mostró que las causas del problema se orientaron a factores económicos, como la falta de ingreso para adquirir alimentos de calidad (sanos e inocuos); productivos, como el limitado acceso a alimentos, y socioculturales, como la falta de cultura para llevar a cabo una buena alimentación.

“Adicionalmente, los organismos internacionales consideran que existen factores medioambientales, como el entorno en el que vive un sujeto y su familia, y los riesgos del ambiente natural y biomédicos, que se refieren a la susceptibilidad individual de ciertas personas a presentar desnutrición. Por lo anterior, se detectó que, aunque el gobierno federal dispuso de información para identificar el problema de la necesidad de alimentación, en documentos de índole programática, los diagnósticos realizados en torno a Prospera no fueron integrales, al no considerar un factor determinante como lo es la calidad alimentaria”.

 

CONFIANZA EN PROSPERA

Prospera, dice su coordinadora Hernández Olmos, “es el programa más evaluado en México, y en el caso tenemos una relación muy cercana con Coneval para poder desarrollar todas estas evidencias que nos permitan tomar decisiones”.

La encargada de llevar a cabo esta estrategia asegura que con las evaluaciones que se han hecho al programa es como se han agregado las temáticas de inclusión productiva, laboral y financiera, “parte de los grandes cambios del programa”.

Indica que con el Coneval han trabajado en la medición del impacto de los proyectos productivos a mediano y largo plazo. “Ellos nos han estado acompañando en la medición, por ejemplo de territorios productivos, que fue un piloto de cómo acercar la productividad a las familias”.

Paula Hernández Olmos
Paula Hernández Olmos

ACCESO A RECURSOS

Desde hace dos sexenios, Contralínea ha documentado cómo viven los mexicanos que habitan los municipios más pobres del país, con condiciones similares a las del África subsahariana.

El resultado de las visitas ha evidenciado que los programas de desarrollo social no llegan a quienes están destinados y que, en muchos casos, los beneficiarios no cuentan con ningún documento que los identifique para hacerse llegar de los recursos que les corresponden.

Ante esta situación, la encargada de coordinar Prospera dice que desde el programa se han planteado “llegar a comunidades a las que nunca antes había llegado un programa social. Con la alta dispersión en México significa un gran reto: no hay caminos, muchas veces hay ríos o mares que cruzar”.

Asegura que con esta estrategia actualmente llegan a más de 10 mil comunidades “a las que nunca antes había llegado un programa social y no solamente fue llegar, sino que cada bimestre se está presente con las familias… Estamos llegando a través de cruzar ríos, mares, montañas para que llegue el personal de Sedesol a  tender a estas familias que requieren el apoyo y que es donde se concentran desafortunadamente los mayores niveles de pobreza”.

Solamente, dice, a través de una acción coordinada con las secretarías de  Educación y Salud es como podemos pensar que las familias van a salir adelante. A ello, agrega, se le ha agregado el ofrecimiento de agregar una parte productiva, pues “hay zonas donde afortunadamente las podemos vincular a acciones laborales”.

Para llevar a cabo esta labor, expone, llevan el acompañamiento de la CDI [Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas], que les permite llegar a las comunidades indígenas.

—¿Cómo hacen llegar las transferencias a estos lugares?

—Para entregarle a una familia, a una mujer, su tarjeta de Prospera, pedimos que si no tiene algún medio de identificación, es suficiente con que lleve el oficio de la autoridad municipal, comunal, de barrio (porque además nuestro país es tan diverso que hay zonas en donde están organizados de una manera y otros de otros), las identifican como la persona a la que nosotros tenemos que entregarle la tarjeta. No deben existir barreras, que a veces a través de reglas de operación se pueden poner y que hacen muy difícil para estas familias poder acceder a estos programas. Prospera hace estos cambios para que nadie se quede fuera.

 

LENGUAS INDÍGENAS

Con respecto a las comunidades de lengua indígena, la funcionaria comenta que se ha capacitado al personal de la Secretaría a través del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas, en la certificación de promotores bilingües, y estima que al término de esta administración haya más de 350 promotores bilingües (con más de 45 lenguas) que, además, se ha capacitado de acuerdo con los procesos y objetivos del programa, de tal manera que las beneficiarias no pierdan el programa “por no haber entendido que había unas corresponsabilidades, como es la de la educación y la salud, que hay que cumplir”.

—¿En cuánto tiempo vamos a poder ver resultados de esta movilidad social?

—Nosotros queremos que el próximo año poder generar la evidencia que permita la continuidad de estos esquemas, solamente con el cambio como se le ha dado con estas transferencias y acompañadas de otras acciones, es como puede generarse un cambio hacia estas familias. El próximo año nosotros tenemos resultados de programas de la mano con Prospera, de estos pilotos que hemos empezado a desarrollar para ya poder tener una evidencia de cuál va siendo el resultado.

 

BLINDAJE DE PROSPERA PARA 2018

En 2018 llegarán nuevas contiendas electorales en el país, habrá cambio en la Presidencia de la República, así como en el Congreso de la Unión. Ante este panorama la coordinadora de Prospera asegura que el programa que dirige “está blindado por las mismas beneficiarias, porque las mujeres ya no permiten que sean mal utilizados y son ellas mismas quienes denuncian”.

Actualmente “no tenemos ningún funcionario cesado por manejo electoral del programa. Hemos capacitado a todos los funcionarios, a todo el personal, no solamente conocer cuáles son sus obligaciones, sino además hemos puesto mucho hincapié en que ellos sepan cuáles son las consecuencias de un mal manejo… tenemos un programa de blindaje que hace que en ciertos periodos una vez iniciados los procesos electorales nosotros ya no tenemos contacto con la población.

“Yo creo que también es mucho el decir o creer que estos programas se puedan manejar, si alguien estuviera cerca de las señoras y viera como ellas conocen sus derechos y obligaciones y cómo hemos nosotros trabajado con ellas de que este programa es ajeno a cualquier partido, que nadie las puede obligar a nada ahí es cuando podríamos darnos cuenta que quizá eso es un pasado, pero hoy por hoy vemos a mujeres que no se dejan, bien capacitadas, a nuestro personal capacitado y un programa de blindaje al que nos atenemos estrictamente como está establecido…”, comentó en entrevista.