Elegante, feo y cursi con voz musitante y tibia
A los trece años tocaba el piano en una casa de citas.
Por celos, una mujer le cortó el rostro marcándolo para siempre.
Irene Arceo/Reportajes Metropolitanos
(I y II de VI partes)
Precisamente el pasado mes de noviembre, me encontré entre mis papeles olvidados este reportaje que escribí -en una máquina Olivetti- para El Dictamen, fechado de envío por la Agencia de Editores de los Estados (AEE) el 6 de noviembre de 1992 y que comparto en estas fechas con ustedes porque habla de un gran personaje que nos encanta en Veracruz. Agustín Lara. Espero que les guste y les traiga muchos recuerdos lindos como regalo navideño.
MÍTICA FIGURA DE LUCES Y SOMBRAS
Como todos los mitos y leyendas, la figura de Agustín Lara se esconde tras un velo de mentiras, infamias, exageraciones y polémica. Nacido en la ciudad de México, en el Callejón del Cuervo- hoy calle de Colombia, en 1897, o en Tlacotalpan, Veracruz, el 14 de octubre de 1900, el flaco de Oro, vive en la memoria romántica de este país, como un fantasma de lucha entre el amor y el odio; entre el hastío y las noches de ronda; entre lo cursi y almibarado del enamoramiento y , lo fallido, pervertido, intenso y a la vez triste de las pasiones clandestinas en las que la mujer de labios rojos, caderas anchas, cintura pequeña y piel de alabastro enfundada en un corsé negro y medias de seda con liguero, exhala su exquisito abandono, se magnifica y se redime como un preciado objeto erótico y caprichoso.
Para la elaboración de este reportaje, que dedico a Ida Rodríguez Prampolini por su tenaz y limpia labor cultural en Veracruz y por su femineidad y sentido del humor, por su inteligencia y por ser como Lara, y muchos más integrantes de la legión de los Amorosos de los que habla el poeta Jaime Sabines, hemos recurrido a diferentes fuentes con la finalidad de combinar elementos diversos en torno a la imagen de Lara, ese hombre elegante, feo, caballeroso y extraño.
SUS GRANDES AMORES
El hombre delgado, melancólico, vestido de guayabera con zapatos bicolor y cigarro en los labios, habitante ocasional de la Casita Blanca de Veracruz, en Costa Verde, que le regaló su amigo el gobernador Marco Antonio Muñoz fue un grandioso músico poeta, un maestro compositor que hizo vibrar los corazones en los cuarentas y cincuentas y que todavía hoy emociona con su voz musitante, tibia y llena de armonías cantando a sus dos amores: Veracruz y las mujeres.
AUTORES DIVERSOS; DIFERENTES ÓPTICAS
El estupendo libro que escribió Paco Ignacio Taibo I sobre Agustín Lara lo presenta como un personaje mentiroso, fantasioso, que era adorador y al mismo tiempo despreciador de las mujeres. El escritor español avecindado en nuestro país, dialogó profusamente con el artista durante el tiempo en el ambos trabajaron juntos en grabaciones de programas televisivos.
Taibo lo retrata como “un cursi”… ( término aceptado gustosa y humorísticamente por Lara)… un cursi inculto, pero encantador….
En el ensayo Amor Perdido de Carlos Monsivais, se rescata magistralmente a Lara y se le ubica como un producto excepcional de la época post porfiriana, que vive la Revolución y acomoda su harem ilusorio con ritmos cadenciosos en la unidad nacional conducida hacia el civilismo y la modernidad por el avilacamachismo y el alemanismo que prolongaron esa afición a la desvelada, las copas y el glamour en el crecimiento galopante de cabarets y burdeles.
El Músico Poeta, era para Monsivais un personaje elocuente, y extrovertido que expresaba en sus canciones un repiqueteo verbal de la metamorfosis tolerable del sexo como ensoñación y que logró que, tras el monopolio de los veintes y los treintas, donde la lírica campirana enmarcaba novios castos y escenas ingenuas, empezara a penetrar en el gusto popular una música notoriamente sensual y una letra que exalta perversiones…
Recortes de prensa de los años 40 ´s y 50 ´s y 60 ´s de artículos y entrevistas de José Natividad Rosales, Fernando Morales Ortiz y Renato Leduc, periodistas que los conocieron y convivieron con Lara, sirvieron para conformar este trabajo.
LA ÉPOCA QUE VIVIÓ LARA
Agustín Lara nace cuando se vivía en México la segunda fase del porfiriato, caracterizado por la decadencia en lo político, debido al envejecimiento natural del dictador y sus ministros que mantuvieron la inmovilidad del régimen gubernamental. Surge el grupo de Los Científicos, encabezado por José Ives Limantour, quienes desarrollaron la oligarquía financiera y dirigieron la economía del país entre 1900 y 1910 en que se cumplen desde, la tercera a la sexta reelección de Porfirio Díaz, y surgen conflictos políticos entre anarquistas, socialistas y grupos católicos magonistas( afines a Flores Magón).
En 1910 emerge la oposición maderista y en materia de política exterior se deterioran las relaciones con EU, se celebran las fiestas del Centenario como una de las medidas desesperadas del régimen porfirista. Surge la revolución maderista y renuncia Díaz.
En ese contexto, crece la burguesía nacional (empresarios, banqueros, terratenientes, comerciantes) quien enfrenta a la oligarquía financiera compuesta por Los Científicos.
LOS CONTRASTES DE AQUELLOS TIEMPOS
Federico Gamboa, escribe a principios de ese siglo su novela “ Santa” dedicada a una prostituta inocente. Carlos Monsivais escribe: “ gran parte de la vida de la élite transcurre en burdeles , casa de citas y casa de asignación. En todos esos sitios invisibles se manifiestan – entre gritos desinhibidos, la premura sexual y la incontinencia social”.
Pero un afán de respetabilidad ante los ojos del mundo, orillaría a la hipocresía a conciliar prohibiciones y aceptaciones del sexo, fuera del matrimonio y del sexo no incluible en las conversaciones importantes y “decentes”.
En un curioso e interesante Censo, se registra que en 1904 la Ciudad de México (con 368 mil habitantes), tenía 10,937 prostitutas registradas y, en 1905 había 11,554 “pecadoras bajo contrato”. En 1906, suman 9,742 sin contar las que practicaban por su cuenta labores clandestinas u ocasionales del oficio más antiguo del mundo.
Los representantes de la moral porfiriana proponen en ese tiempo para las “mariposillas” medidas imposibles pero ejemplarizantes: instrucción obligatoria y reclusión en asilos y casas de arrepentimiento. A finales de 1800 y principios de 1900, entre las presidencias municipales de don Domingo Bureau Vásquez y Mario Molina, el Ayuntamiento de Veracruz prohibió a las mujeres malas que se pasearan en las calles o concurrieran a los cafés.
LA TÍA REFUGIO Y EL HOSPICIO
El popular comentarista de radio y televisión Paco Malgesto, entrevistó a Agustín Lara en muchas ocasiones. Referencias de escritores, periodistas y público permiten conocer que Lara se quedó huérfano de madre siendo muy pequeño. Su padre fue un médico partero y se recuerda que tuvo una hermana: María Teresa, y un hermano llamado Pipo.
Agustín Lara creció en Coyoacán, en la casa de su tía Refugio quien dirigía un hospicio.
-“Aquellos niños y yo éramos unos desamparados. Yo los miraba y aprendía de ellos lo que la vida tiene de dolorosa y de traidora, de fugaz y miserable”, recordaba Lara.
-“El hospicio de Coyoacán fue para mí como un espejo en el que vi por primera vez la desgracia de los demás. Después, yo iría aprendiendo que la vida es un gran hospicio. Mi tía Refugio. Además de enseñarme ésta filosofía, me enseñó a tocar el piano”, narraba el artista.
Su tía Refugio, lo envió a Liceo Fournier a estudiar:
-“Ahí aprendí muchas cosas y gané los primeros premios de mi vida porque yo era un buen estudiante, y el más feo, no recuerdo a otro más feo que yo”, decía.
-“La primera obra de teatro que vi se titulaba “ Amores y Amoríos” con Prudencia Griffel, y de ahí partió mi romanticismo y lo que se llamaba ser cursi, que soy a mucha honra….
Su primer contacto con la poesía fue un viejo jardinero que cuidaba con esmero un primoroso rosal y su primer encuentro con los toros fue ir a ver – todavía de niño- al gran matador: “ e l Califa de León “ Rodolfo Gaona.
INCONTABLES AMORES; PRIMEROS BURDELES
Los primeros amores se atropellan en mi vida en forma muy salvaje. Tengo Fechas grabadas a fuego sobre mi alma. El 24 de octubre de 1931 me le declaré a Matilde (la hermana mayor de Frida Kahlo) pero el amor duró poco y pasé a los besos de una muchacha que se llamaba Irene Fernández quien dijo que me amaba. Sin embargo, ella dejó de quererme al poco tiempo y yo la recordé en una rima pobre:
“ Corazón que guardas triste
los recuerdos de un alma que se va….”
Y de ahí a los prostíbulos. Porque cuando se va un amor, el hombre sólo puede recurrir a la que nunca dirá que no; cobran caro su amor y yo no tenía dinero. Así que tenía que servir a la casa, si quería que las mujeres de la casa me sirvieran:
-“Eran unos años de lupanares famosos que ahora se me vuelven dorados en la memoria, pero quizá eran de metal barato. La casa de Murcia, fue el primer ambiente. Aún, -decía Agustín con voz pastosa y lenta- hay quien me pide cuentas….”
Por eso, cuando le preguntaban: “Cómo es posible, Agustín que estuvieras en una casa de mala nota a los trece años” respondía con sabiduría: “las notas buenas las ponía yo, en el piano; las malas notas, las pone la vida.”
CICATRICES Y SU PRIMERA CANCIÓN
“Tenía 13 años y tocaba el piano para que las mujeres se dejaran acariciar sin sentirse mal, porque sin música el oficio es más triste” recuerda Agustín Lara en entrevistas y charlas con periodistas de su época.
En la biografía “Lara por Lara “editada en 1980 por Domé, el músico-poeta cuenta que su padre había salido a un largo viaje y cuando regresó lo encontró frente al piano y rodeado de prostitutas. “fué una bronca, perdí el empleo”, lamentó.
Su padre, lo envió a la academia militar donde lo reprobaron. Después lo puso a trabajar en el ferrocarril de Durango. Para 1917 ya escribía sonetos de amor para las mujeres que pensaba enamorar, e iba amando. Llegó la revolución y fue capitán segundo a las órdenes del general Samuel Fernández, le pegaron dos tiros en las piernas…
… Y LLEGO LA RADIO
– “En el año 1921 se inauguraron en México los programas de radio musicales y este hecho cambio mi vida porque a la radio le debo todo. Dejé la revolución y volví a lo mío, a tocar en donde me dejaran. En el año 1927 ya estaba tocando en un cabaret en la Santa María la Redonda en la Ciudad de México. Era un lugar de aspecto triste, en e l que se bailaba a media luz y entraban chulos y prostitutas. Allí trabajaba una muchacha que me dijo que se llamaba Estrella y en verdad que fue mala estrella para mí, porque, llevada por los celos, una noche, me cortó la cara con una navaja o con una botella rota…”
– “Tenía la cara partida en dos y me fui a Puebla a cicatrizar. Allá trabajé en un cabaretucho, tuve problemas y terminé en la cárcel. Con tremenda cicatrizota, nadie podría creer que yo fuera una buena persona….”
-“Cuando volví a la ciudad de México me contrataron como pianista en la academia de baile de Pedro Portillo y tocaba para que otros aprendieran a Bailar Jazz, un ritmo que en ese entonces, tenía loco a todo México”.
EL VENENO QUE FASCINA
Lara quería hacer otras cosas por lo que empezó a componer canciones a su modo y logró estrenarlas con la voz de Juan Arvizu desde escenario de un cine, donde tocaba todas las noches.
-“Mi primera canción –( según prefería él decir) fue Mujer:
Mujer divina, tienes el veneno que fascina en tu mirar…
Mujer, alabastrina, eres vibración de sonatina pasional
Tienes e l perfume de un naranjo en flor
El altivo porte de una majestad
Sabes de los filtros que hay en el amor
Y la maravilla de la liviandad….
Mujer, según contaba su ex esposa Angelina Bruscheta, fue escrita una noche de Navidad en una caja de zapatos, porque no había papel y ante un piano alquilado que tuvieron que devolver.
La época dorada de la Radio en México transcurre de 1930 a 1945, por esas fechas triunfaba el genial compositor y el músico poeta con su sensacional programa radiofónico “La hora Intima de Agustín Lara”. Su melodioso mensaje empieza a escucharse en todas partes, avasallando los salones populares y llegando a los hogares mexicanos.
PROHIBIDO POR INMORAL
La XEW describe al maestro sentado frente a un gran piano de cola que nadie más puede tocar, adornado con rosas frescas… El mundo cultural – escribía Monsivais- a partir de los treintas se asoma a Lara con un dejo paternalista, desdén o regocijo. Allí está ese ser inefable de hallazgos enloquecidos y logros melódicos, declaraciones hilarantes y halo populachero…. Pero para las asociaciones católicas y las buenas conciencias la música de Lara provoca siempre una indignación perturbadora.
En enero de 1934, era presidente de este país Lázaro Cárdenas y su gobierno recibió como herencia callista serios conflictos religiosos derivados de actitudes anticlericales de gentes cercanas a Plutarco Elías Calles. Los cardenistas en el poder, procuraron atraerse a los grupos católicos…
Por esas fechas, en la clausura del Congreso de Mujeres Intelectuales Contra La Prostitución se propone un boicot a Lara en virtud de que todas sus canciones son de un erotismo subido de tono.
En enero de 1936, la Secretaría de Educación Pública Federal cargo de Gonzalo Vázquez Vela, dispone que se prohíba en las escuelas la música de Agustín Lara por inmoral y degenerada y sobre todo por su letra obscena que pervierte a los niños.
Agustín Lara le comentó a Paco Taibo ese incidente así:
-“Dejad que los niños se alejen de mí. Lo mío no es la infancia hermano….”
VIVIR UNA DULCE MENTIRA
Lara se casó por primera vez con Angelina Bruscheta, e l 19 de octubre de 1928. Probó el matrimonio y se descasó siete veces. Por los cuarentas, conoció a María Félix, vivió con ella un tiempo y después el 24 de diciembre de 1945 se casaron.
Para Machangeles, como llamaba Lara a María Felix, (apodo que no le hacía nada de gracia a la diva y que él con esa palabra reunía con malicia : lo macho y lo angelical), escribió la canción María Bonita, en Acapulco…
Lara viajó a Paris, con Emilio Azcárraga, a Cuba con Pedro Vargas, a España con sus famosos amigos toreros… El día 12 de octubre de 1953 le rindieron un homenaje en el Palacio de las Bellas Artes de México, patrocinado por el presidente de la república Adolfo Ruiz Cortinez cuando se celebraba su vigésimo quinto aniversario como compositor. Esa era su época suprema, todos los grandes cantantes de México lo interpretaron: Toña la Negra, Juan Arvizu, Pedro Vargas, Antonio Badú, Elvira Ríos, Ana María González, etc, etc….
A fines de los cuarentas, Lara es ya una institución irrebatible y tópico de sobremesa. La polémica en torno a sus letras había cesado. Su matrimonio con María Félix era socialmente una provocación magnífica y un motivo de atracción y escándalo. Las amas de casa suspiran con sus canciones, los hombres lo envidian, le regalan una casa en Veracruz, se deja ver con María Félix en la fiesta brava y finalmente muere el 6 de noviembre de 1970.
-“Si pudiera volver a vivir algún momento de mi vida elegiría aquel en el que el mundo entero se convirtió en una dulce mentira”, decía el maestro compositor.
(Continuará)