Simplemente Dylan


Decisión de la Academia Sueca alborotó el gallinero.         (balazo)

Leonard Cohen y Cat Stevens, también debieron estar en la terna, opinan.

Ari Salgueiro

La pseudo intelectualidad en México y supongo que, en el resto del mundo, esta que se desgarra las vestiduras. Sus mentes pequeñoburguesas devoradoras de novelas inexplicables de autores aún más inexplicables, no conciben como fue que el Comité del Nobel de Literatura tuvo la osadía de otorgárselo a un musiquillo, a un juglar y no a una de las grandes glorias de la literatura, que se esmera en escribir obras que entre más incomprensibles, son más valoradas por los intelectualoides de café que infestan las zonas más snobs de ciudades y pueblos de todo el país.

La Academia dijo que se eligió a Bob Dylan como merecedor del premio Nobel de Literatura 2016  «por haber creado nuevas expresiones poéticas dentro de la gran tradición de la canción americana», aseguraron los integrantes del comité, ante la segura andanada de críticas que sabían se verterían en su contra por haber tomado la decisión y fueron más allá al señalar que «como artista ha sido altamente versátil y ha trabajado como pintor, actor y autor de guiones».

Pero las que más se escucharán, durante mucho tiempo, serán las voces de quienes no conciben que Bob Dylan, el iconoclasta compositor y cantante estadunidense sea quien reciba este ansiado galardón y no un escritor que ha dedicado su vida a cultivar uno o varios géneros literarios sin cortapisas.

Dicen los críticos que la clave está precisamente en entender que lo literario es expansivo, como lo es también lo filosófico y bajo esta premisa la Academia igual hubiera podido inclinarse por entregarle el Nobel ya sea a Cat Stevens, o a Leonard Cohen o a Paul Simon, quienes cumplirían perfectamente, pues también son poetas en toda la regla.

Pero también es importante hacer una reflexión para tratar de apaciguar los encendidos ánimos de los defensores a ultranza de los escritores formales en contra de los músico-poetas, en este caso contra Bob Dylan, contra quien ya iniciaron una desorbitada campaña de desprestigio que no sólo desconoce su innegable aportación al arte, además la minimiza y hasta la vitupera.

A esos linchadores hay que recordarles que en la historia del Nobel ha habido grandes injusticias, pues hay muchos autores de mediano nivel que han obtenido el Premio y también están aquellas grandes glorias de las letras a las que ha historia les hizo justicia, no así el Nobel.

Es cierto, Dylan no es conocido primordialmente por sus libros, aunque los que ha publicado son notables, sus letras son consideradas para muchos como piezas de devoción y simpatía y no como auténticos textos literarios.

Pero también hay otra cosa, muy pocos escritores han tenido un impacto cultural equivalente al de Dylan. Es posible que la música popular tenga mejores escritores, pero ninguno posee su magnetismo. Nadie puede discutir la calidad lírica ni la coherencia de su obra. Si antes habían premiado a una cuentista, como es Alice Munro y a una cronista como Svetlana Alexiévich, ¿por qué escandalizarse por la consagración de un poeta-músico?

Temas como ‘Masters of war’, ‘Just like a woman’, ‘Simple twist of fate’ y ‘Like a rolling stone’ lo consolidaron en la década de los 60 como el principal narrador en esos momentos revolucionarios y de sacudida social en Estados Unidos y como el gran promotor del acercamiento de la música tradicional a los nuevos esquemas artísticos de la superflua cultura popular que empezaba a brotar en aquellos años. Dylan nunca necesitó hacer tomos con sus poemas musicalizados.

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MENSAJES DE SUS CANCIONES

Bob Dylan tiene en su repertorio canciones que han logrado inspirar a diferentes generaciones, por su beldad y sus mensajes contestatarios. A pesar del rol discreto en la industria musical, Bob Dylan sigue ofreciendo giras musicales por todo el mundo que le han ayudado a vincularse con las nuevas generaciones y refrendar el carácter inmortal de sus grandes clásicos, que además de llevarlo a ocupar un lugar privilegiado en la historia de la música, ahora le han brindado el primer Nobel de Literatura que se concede a un músico.

Robert Allen Zimmerman, verdadero nombre de Bob Dylan es un artista único que ha logrado trascender todos los géneros para convertirse en un autor elogiado por su poesía.

A mí sólo me queda una espina, en la terna también debieron estar Leonard Cohen y Cat Stevens.

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