Purga de Trump en su gabinete; berrinche, negocio y teatro: analistas


Joe Biden

*Última hora: Biden, gana Georgia y Arizona; suma 306 votos electorales

*Con silencio ominoso de Trump, se especula de un golpe de estado

*Nunca se había usado este término en un proceso político de EEUU

Donald Trump

Nueva York, noviembre 13. La Jornada.-  Con un silencio ominoso, purga e instalación de funcionarios personalmente leales en el Pentágono y el Departamento de Seguridad Interna, y aún sin aceptar su derrota, Donald Trump y sus aliados continúan nutriendo la especulación sobre un autogolpe de Estado, aunque otros concluyen que todo es parte de un berrinche, venganza contra los que no fueron suficientemente leales, teatro estilo reality show y negocio.

Nueve días después de la elección y seis días después de las proyecciones que otorgan el triunfo al demócrata Joe Biden –no por decisión de los grandes medios, sino por los rutinarios cálculos matemáticos de los conteos anunciados por autoridades estatales–, Trump rehusa ceder con su equipo interponiendo más demandas legales contra el proceso electoral en estados que perdió (no parece haber dudas sobre el proceso en donde ganó).

Sin más que las ráfagas de tuits para denunciar irregularidades (casi todas sin sustento), el presidente ha guardado silencio y su calendario de actividades públicas se ha mantenido vacío desde el sábado pasado.

Pero en los últimos días ha realizado una purga de los más altos funcionarios civiles del Pentágono, incluidos el secretario de Defensa y tres altos funcionarios más, y eso ahora continúa en el Departamento de Seguridad Interna. También han renunciado algunos oficiales claves, como el jefe de delitos electorales del Departamento de Justicia, en obvia protesta por la orden del procurador general, Bill Barr, de girar instrucciones a fiscales para investigar posibles violaciones electorales denunciadas por Trump, politizando así las funciones del Departamento de Justicia.

Anne-Marie Slaughter

El general retirado Barry McCaffrey, quien fue zar antinarcóticos en la presidencia de Bill Clinton, líder militar y veterano de guerras condecorado, comentó en referencia a estas purgas en el Departamento de Defensa, por tuit el miércoles: “Peligro. Estamos observando un golpe en movimiento lento de Trump para desafiar la elección de Biden y rehusar dejar su puesto por diktat. Créanle a sus ojos. Ésta será una prueba de nuestras instituciones”.

La ex alta funcionaria del Departamento de Estado, Anne-Marie Slaughter, señaló: si estuviéramos viendo esto en otro país, un presidente rehusando aceptar los resultados y después despidiendo el secretario de Defensa, uno imaginaría que (periodistas) reportarían que es un intento de golpe, en entrevista con el Financial Times.

Las advertencias de golpe de Estado han sido frecuentes y provienen de figuras sorprendentes. Nunca se había usado ese término en torno a un proceso político electoral dentro de Estados Unidos (aunque no es un concepto inusual pero de exclusivo uso en la política exterior).

Pero otros creen que esto podría tratarse sólo de un berrinche presidencial más expresado contra todos los que siente que no han sido suficientemente leales a él en su gobierno. Incluso, se especula que los siguientes en caer serán los jefes de la FBI y de la CIA.

Algunos analistas temen que el cambio de personal en el Pentágono podría ser contra los que se oponían a sus deseos de retirar tropas de Afganistán y otros países, o que podría ser algo aún más peligroso, como proceder a una guerra con Irán como regalo de despedida.

Ciertos observadores señalan que esto es sólo parte de maniobras para provocar justo todas estas especulaciones, mantener la transición en caos y lucrar en el camino. Por ejemplo, en las solicitudes de recaudación de fondos que su campaña ha enviado para defender la elección, se revela en letra microscópica que 60 por ciento de las contribuciones se destinarán a algo llamado Save America, entidad recién creada por Trump para sus fines políticos.

Todo es un complot

Kamala Harris

Mientras, se divulgó que cuando todo mundo festejaba la noticia de Pfizer sobre la efectividad de una nueva vacuna contra el Covid-19, Trump prefirió gritarle a su comisionado de la Administración de Alimentos y Drogas (FDA, agencia encargada de aprobar medidas sanitarias y nuevas drogas), Stephen Hahn, el pasado lunes, por no haber anunciado esto antes de la elección.

Poco después, Trump tuiteó acusando que el Estado profundo médico deliberadamente buscó dañar sus posibilidades electorales al demorar el anuncio, reporta el Washington Post.

Ante la falta de evidencia para esta acusación, como otras sobre conspiraciones para derrotar al presidente con un fraude y más, y aunque el liderazgo republicano en Washington expresa apoyo al derecho de Trump de acudir a los tribunales para disputar la elección, cada día hay más señales de que algunos de los aliados del magnate se están cansando de su juego.

Ayer, el periódico Las Vegas Review-Journal, cuyo dueño es el multimillonario Sheldon Adelson, quien ha respaldado con decenas de millones de dólares las dos campañas de su amigo el presidente, publicó un editorial declarando que Trump no está ayudando a sus simpatizantes “al insistir que hubiera ganado la elección del 3 de noviembre sin fraude electoral. Eso es simplemente falso… Trump perdió la elección…”

El famoso operador republicano Karl Rove escribió en el Wall Street Journal, el miércoles, que el margen del triunfo de Biden era demasiado amplio como para ser revertido, y el ex senador republicano y ex secretario de Defensa William Cohen acusó que el comportamiento de Trump es más parecido a una dictadura que a una democracia.

Y en los hechos, ni una sola autoridad estatal encargada del proceso electoral en los 50 estados ha detectado evidencia de un fraude, reportó el New York Times esta semana, mientras las múlitples demandas interpuestas por la campaña de Trump siguen siendo descartadas en tribunales por falta de evidencia.

Sheldon Adelson

A la vez, continuaban las llamadas de mandatarios extranjeros, informó el equipo de transición de Biden y Kamala Harris, con el papa Francisco sumándose a la lista ayer. Según voceros de la transición, el presidente electo expresó su deseo de trabajar de manera conjunta sobre temas como la bienvenida e integración de inmigrantes y refugiados, el cambio climático y el apoyo a los pobres y marginados.

Biden y Harris continúan en reuniones con su equipo de transición y elaborando los primeros pasos de la coreografía de su gobierno que ocupará la Casa Blanca a partir de las 12 horas del 20 de enero, si no hay antes una interrupción del orden constitucional del país.

El 8 de diciembre es la fecha límite para finalizar los resultados de la elección. El 14 de diciembre el Colegio Electoral emite sus votos y, por ahora, Biden superará tal vez por mucho los 270 que necesita para ser declarado el ganador. A principios de enero el Congreso certifica el voto del Colegio Electoral.

Es posible, según algunos asesores, que Trump no extienda una invitación a Biden durante la transición e incluso que no se presente a la toma de posesión de su sucesor.

BIDEN GANA GEORGIA; TRUMP

RETIENE CAROLINA DEL NORTE

Washington, noviembre 13. Reuters.- El demócrata Joe Biden derrotó al mandatario Donald Trump en el estado de Georgia, mientras que Trump ganó en Carolina del Norte, proyectó el viernes Edison Research, al adjudicar los dos últimos estados en la carrera presidencial de Estados Unidos.

Edison Research dijo que Biden había ganado 306 votos en el Colegio Electoral frente a 232 de Trump. El demócrata había superado el sábado los 270 votos del Colegio Electoral necesarios para ser nombrado presidente.

BIDEN GANA GEORGIA Y ARIZONA; LA

ELECCIÓN ES DECLARADA SEGURA

Nueva York, noviembre 13. La Jornada.- El presidente-electo Joe Biden y su vicepresidenta-electa Kamala Harris ganaron Georgia y Arizona, dos estados que han sido bastiones republicanos durante décadas y Donald Trump apareció por primera vez en público desde el anuncio del triunfo de su contrincante el sábado pasado, pero no mencionó la elección mientras que las demandas legales de los republicanos siguen siendo desechadas por tribunales por falta de evidencia.

Bill Barr

Con las proyecciones del triunfo en esos dos estados anunciadas hoy -los últimos en ser declarados junto con Carolina del Norte que este viernes fue otorgada a Donald Trump- Biden y Harris obtienen 306 votos electorales, precisamente el mismo número obtenido por Trump en 2016, aunque en esta ocasión los demócratas gozan de un margen aun más amplio del voto popular por más de 5 millones contra el presidente.

Georgia -donde ya se ha anunciado un recuento- no había sido ganada por un candidato presidencial demócrata desde Bill Clinton en 1992. Fue clave la movilización multiracial progresista encabezada por organizaciones afroestadunidenses, pero tambien con una significativa aportación por una creciente comunidad latina, sobre todo mexicana.

También estaba presente el espíritu de un héroe progresista, el diputado John Lewis, figura icónica del movimiento de derechos civiles, quien falleció recientemente en julio. Fue su distrito en el condado Fulton, el cual incluye Atlanta, que fue la clave en esta victoria. Lewis, quien marchó con Martin Luther King, fue golpeado y encarcelado múltiples veces y fue uno de los oradores de la famosa marcha sobre Washington en 1963, y quien desde entonces fue conocido como “la consciencia del Congreso”; participó en diversas luchas sociales a lo largo de su vida incluyendo este año en Black Lives Matter. Empleaba una frase célebre aconsejando a que uno se metiera “en buenos líos, líos necesarios”. Muchos progresistas vieron el triunfo demócrata en su estado como un regalo en honor a Lewis.

Stephen Hahn

En enero, ambos escaños de ese estado en el Senado se disputarán en una segunda vuelta, y será ahora donde se determinará el control de la cámara alta, con enormes implicaciones nacionales. Por ahora los republicanos controlan el Senado, pero perderán la mayoría si ambos candidatos demócratas logran ganar, ofreciendo un camino mucho más abierto para la agenda política del nuevo presidente.

A la vez, ningún candidato demócrata había ganado en Arizona desde Clinton en 1996, y antes de el Harry Truman en 1948. Más aún, ese estado ahora estará representado por dos senadores. Algunos analistas señalaron que uno de los políticos más famosos de ese estado, el senador republicano John McCain, quien falleció en 2018 y que fue repetidamente insultado por Trump cuando vivía y después de su muerte, tuvo su venganza desde la ultratumba. De hecho, su viuda apoyó la campaña de Biden, y recordó que los dos hombre eran amigos a pesar de sus diferencias políticas.

Al igual que el caso de Georgia, el triunfo demócrata fue en gran media fruto de un intenso trabajo de varias organizaciones progresistas, incluyendo algunos de los grupos latinos más dinámicos del país los cuales lograron derrotar en los últimos años legislación anti-migrante y aún más importante, una de las figuras anti-migrantes nacionales, el ahora ex sherif Joe Arpaio, feroz aliado de Trump.

Barry McCaffrey

Este viernes Trump apareció en un evento público por primera vez desde que se proyectó su derrota el sábado, pero evitó abordar el tema de la elección o sus planes. La supuesta conferencia de prensa en la que no aceptó preguntas se dedicó al supuesto combate contra el Covid-19. Una vez más se auto-elogió por su manejo de la pandemia -tal vez el factor mayor en su derrota- e intentó darse todo el crédito por la vacuna anunciada por Pfizer esta semana aunque se quejó que la empresa no reconoció que su producto fue desarrollado bajo el programa del gobierno de Trump. Anunció que muy pronto se empezará a distribuir a los más vulnerables.

A la vez, afirmó que su gobierno no ordenará una cuarentena, ni reconoció que la pandemia está llegando a sus niveles más altos jamás vistos este año, llegando a puntos catastróficos en algunos estados. Insistió en su argumento falso de que se registran más casos porque hay más exámenes que antes.