Política Inconfesable: Y de ética y moral pública, ni hablar…


Rodrigo Villar

 Decía el Alazán Tostado, Gonzálo N. Santos, que la moral es el árbol que da moras. Tal infortunio declarativo del potosino, ejemplo de la inmoralidad post revolucionaria, le pinta preciso al gobernador de este empobrecido estado: don Gabino Cue Monteagudo.

Resulta de párvulos aquella frase, frente a la depredación que el mafioso grupo de Diódoro Carrasco, Ulises Ruiz Ortíz (conocido en sus bajos mundos como la hiena) y Gabino Cue han propiciado en Oaxaca.  Y permítame adjetivar, estimado lector, pero éstas lacras que se las dan de honorables, pues dan su vida al servicio del pueblo –dicen-, sólo han ocupado la principal posición de gobierno en la entidad para tejar una red de complicidades que se dejan acompañar mezquindad y falsedad.

Por fin, sea en proceso electoral o no, sabíamos de estos sujetos despreciables, incluyendo al delincuente ese de nombre Jorge Castillo y su socio el candidato de esa fórmula antinatural entre la dizque izquierda (PRD) y la derecha (PAN), José Antonio Estefan Garfías: Han estado, y están dedicados, a saquear los presupuestos federales, los ingresos locales, hacen negocios al abrigo de una forma de vida ya tan común en México, la corrupción.

Y lo más insensato de estos próceres es que han robado los recursos que corresponden a un pueblo empobrecido a lo largo de su historia. Siguen vejando y humillando con sus actos corruptos a millones de personas. No les importa más que sostenerse en el gobierno,  conservar las prerrogativas que este les garantiza, y vivir al abrigo de la inmunidad política.

INCONFESABLE G ABINO

Lo que han hecho, enriquecerse desaforadamente, aplastar las demandas del pueblo con programas corporativos y de control de la pobreza, ligarse en torno a la urgencia de mantener  sus privilegios y convencer a la federación de que todo está bien, son bofetadas a la dignidad de todos nosotros. ¿Qué no se han dado cuenta que estamos ofendidos…?

Veamos. Hace más de diez días en un influyente periódico político de la Ciudad de México se dio a conocer el resultado del infame manejo financiero y presupuestal del gobierno de Gabino Cue. La información publicada y replicada por decenas de medios de comunicación nacional, a partir de entonces como bomba de escándalo, se tomó de fuentes oficiales. Provenientes de la Secretaría de Hacienda, y de las revisiones que aplica la Auditoría Superior de la Federación (ASF), dependiente del congreso federal.

Los señalamientos contra el embrutecido –así lo refiero- enriquecimiento del señor Jorge Castillo, se multiplicaron. Los socios de Diódoro Carrasco y Gabino Cue, se hicieron a un lado –como es costumbre en ese tipo de coyunturas- y no tuvieron elementos para defender a sus dos patrones. Patrones que les han engrosado a lo largo de años sus cuentas bancarias a cambio de sus “favores”. No tuvieron para donde hacerse y dejaron en la orfandad a Gabino Cue y su “operador” Jorge Castillo. La denuncia se acompañó de evidencias, de números de cuentas, de nombres de las “honorables” instituciones bancarias.

No quedaba duda hace días, como no queda duda que Gabino Cue, su amigo Jorge Castillo, y de paso –también se dieron cuentas y nombre de un banco- en el caso de José Antonio Estefan Garfias, que han expoliado a Oaxaca.

inconfesable diodoro

Se hace cuenta de una fortuna del señor Castillo, dígase Gabino Cue, de más de siete mil millones de pesos. Amasó esos dineros en el sexenio del señorón Gabino Cue.

¿Cómo es posible tener tal cantidad de dinero en tan poco tiempo? Es la pregunta que la mayoría de personas se hacen. Si en seis años se hizo de esos recursos, entonces en el remotísimo caso de que José Antonio Estefan Garfias, ocupara la gubernatura, estaríamos ante la presencia de una viable posibilidad de que Jorge Castillo incrementara su fortuna hasta en 14 mil millones de pesos.

Y para qué se quiere tanto dinero. No lo gastarán ni en diez vidas más con todo y familia. Es inaudito, no es tolerable pues sabemos que el “coco” Castillo como le dicen sus íntimos, es un simple empleaducho de Gabino Cue.

Sabemos que el verdadero responsable de esa felonía es Gabino Cue: él lo permitió, lo prohijó, es el jefe de la mafia.

Pero lo verdaderamente desquiciante es el todavía gobernador –si me permite, ¡qué bueno que ya se va, le agradecemos a la providencia!-, niega todo, cuando desde la Ciudad de México lo tienen fiscalizado, y seguramente señalado (amenazado) pues le encontraron un largo listado de fechorías.

inconfesable j. antonio