Rodrigo Villar
Cuando el imperio se derrumba, a los ojos de todos, la reacción primigenia del príncipe derrotado se acerca a la torpeza y a la pérdida de la capacidad de gobernar a las masas.
Nuestro estado no se encuentra tan lejos de esas lecciones de la historia. Gabino Cue Monteagudo, el gobernador derrotado por decisión de una mayoría que descalificó su pésima y corrupta administración, ha anunciado cambios en su gabinete.
No son ocurrencias. Tienen una explicación. Se sustenta en quebrar frágiles estructuras de gobierno como el Instituto Estatal de Educación Pública (Ieepo). El nombramiento de German Cervantes Ayala al frente de esa institución revela perfectamente la intencionalidad del aún gobernador Cue Monteagudo: tapizar de un pedregal intransitable a la próxima administración de Alejandro Murat Hinojosa.
Y sobre todo, subraya el interés del gobernador porque su socio y cómplice, Jorge Castillo Díaz, alias en referencia a ciertos polvos alucinantes y enloquecedores, continúe expoliando las finanzas del Ieepo.
Este viejo cuadro se incorpora a cuatro meses de terminar la gestión, el gobernador de Oaxaca, Gabino Cué, quien decidió relevar a Moisés Robles (herencia del sexenio de Diódoro Carrasco) y nombrar en su lugar al profesor Germán Cervantes Ayala.
Ahora Cervantes Ayala tendrá la tarea de preparar las evaluaciones de los docentes. Y él es especialista en dificultades que la evaluación entraña, porque en el sexenio de Vicente Fox no pudo acreditar, en dos ocasiones, el examen del Servicio Profesional de Carrera (SPC), así las cosas.
Ese nombramiento, sin dudas provino directamente de la ciudad de México y del titular de la Administración Federal de Servicios Educativos del Distrito Federal (AFSEDF), Luis Ignacio Sánchez Gómez, quien suma ya una década en un cargo al que llegó gracias a Elba Esther Gordillo.
Con esto Germán Cervantes, el ya director del Ieepo debe su cargo a la fidelidad con la que ha seguido las instrucciones de sus jefes.
Como funcionario de los servicios educación apadrinó el programa Vamos por 600, que consistía en que los alumnos hicieran simulacros de la prueba Enlace, no con la finalidad de que aprendieran, sino de que las autoridades educativas pudiesen entregar buenas cuentas.
No obstante, han señalado que tales prácticas favorecen el aprendizaje memorístico y constituyen simulaciones. No se trata de enseñar, sino de preparar a los educandos para el examen.
Así, con un funcionario ad-hoc, con muchos cargos en el sector educativo, Cervantes formó parte de un grupo de jóvenes que llegó a Educación Pública de la mano de Olac Fuentes Molinar, su mentor y subsecretario con Ernesto Zedillo.
Y el jefe, en ambos casos, es Miguel Limón, ex secretario de Educación y ex jefe de Sánchez Gómez, quien ha convertido su empresa de consultoría, llamada Valora, en una de las principales proveedoras de la AFSEDF.
Alba Martínez Olivé, subsecretaria de Educación Básica con Emilio Chuayffet, colaboraba en SM ediciones hasta un día antes de ocupar su cargo. La funcionaria cobijó al ahora director del Ieepo quien, al irse su jefa, quedó bajo la protección de Sánchez Gómez, el funcionario que hace poco recortó tres días al ciclo escolar sin que Mexicanos Primero pusiera el grito en el cielo.
Incluso Sánchez Gómez y Cervantes participaron en el diseño de la estrategia Escuela al Centro, una de las principales banderas oficiales.
Este nuevo y reluciente funcionario del gobierno de Gabino fue uno de los funcionarios de la SEP que dieron la cara en el caso de los niños que sufrieron abusos en el colegio Matatena y uno de los redactores del informe oficial.
En una de las entrevistas que concedió, afirmó que la SEP sí contaba con protocolos para atender casos como el que propició el escándalo, pero nunca pudo explicarlos porque nunca existieron.
De tal forma, Cervantes Ayala estará en sustitución de Moisés Robles, quien desde hace un año, la Sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) exigía su renuncia al frente del IEEPO, ya que fue quien organizó la reestructuración de esa oficina, a través de la cual el Estado recobró la rectoría educativa y anuló los acuerdos pactados en más de 20 años con la dirigencia magisterial.
Cué Monteagudo solicitó al nuevo funcionario “consolidar el desarrollo académico, así como el mejoramiento de la infraestructura escolar del nivel básico”.
Y desde aquí nos preguntamos, ¿podrá?
