Archivados 320 solicitudes de juicio político
Y sigue la mata dando…
Rodrigo Villar
La Cámara de Diputados decidió integrar la Sección Instructora que se encargará de hacer procedentes las solicitudes de juicio político y de declaración de procedencia, que se pretenden instaurar en San Lázaro a partir de la segunda quincena del presente mes.
Como hasta ahora saben los mexicanos, los juicios políticos y las declaraciones de procedencia han resultado inútiles para castigar a los políticos corruptos.
Aún así, la Cámara de Diputados, que tiene archivados 320 expedientes de solicitudes de juicio político, pretende continuar con su rol de administradora de las demandas contra responsables probables de delitos en el ejercicio de la función pública y con ello dar cauce, por lo menos a dos procedimientos contra políticos de dudoso proceder.
CASOS RECIENTES
Las fuerza políticas representadas en San Lázaro, sobre todo las mayoritarias, el PRI y el PAN, han negociado someter a juicio político al gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, y a la diputada panista en el congreso local de Sinaloa, Lucero Sánchez.
El primero, ha resultado una vergüenza para el ejercicio de la política, y un peligro para la seguridad de los veracruzanos en general, y especialmente para los derechos humanos de los periodistas en aquella entidad.
Duarte de Ochoa es señalado de onerosísimos desvíos de recursos públicos, que suman miles de millones de pesos, y de ataques arteros contra los representantes de los medios de comunicación y defensores de las garantías individuales.
También Lucero Sánchez, es una piedra en el zapato para la doble moral panista, pero también así como es su problema, puede resultar en su salvación, frente al lodazal político.
La legisladora, es carne de cañón de los panistas, que para ocultar sus innumerables actos corruptos, apuntan el dedo flamígero contra su correligionaria. De alguien tienen que renegar para poner en paz sus intranquilas conciencias.
Como se dio a conocer el jueves el listado políticos, que debían de haber sido juzgados desde hace tiempo por sus incontables infamias y corruptelas, es largo.
Figuran ex gobernadores, ex presidentes de la república, funcionarios de la administración federal y legisladores.
Demos un repaso a los nombres de los políticos, que muchos de ellos se dicen personas honorables, y su expediente ominoso hoy se encuentra archivado en las catacumbas de la Cámara de Diputados:
Encontramos al ex gobernador de Colima, Fernando Moreno Peña, quien fue objeto de un atentado el año pasado en la capital de su estado. Además del priísta Moreno Peña, hay una solicitud de juicio político contra Patricio Patrón Laviada, este panista, que fungió como gobernador del estado de Yucatán.
Le sigue otro gobernador priísta, Mario Marín Torres, conocido como el gober precioso, quien fue vinculado es amigo de Jean Succar Kuri, y participe probable de actos de violencia contra niñas y jóvenes.
Pero además también encontramos al ex director general de Pemex, en el gobierno del ominoso panista, Vicente Fox Quesada, Luis Ramírez Corzo por actos de corrupción. Obviamente hasta ahora en el año 2016 no ha sucedido nada.
Junto a él, su compañero de gabinete, Francisco Cabeza de Vaca Hernández, quien tuvo a su cargo la Procuraduría General de la República también con Fox, es señalado de corrupción.
Tenemos en esa lista interminable dos de los peores casos en la historia reciente del estado de Oaxaca.
Ambos gobernadores, uno, que por fortuna se va difuminando de la entidad, conocido como El Chacal de Chacaltongo, nada menos que Ulises Ruiz Ortiz, autor de la violencia institucionalizada contra el sector magisterial independiente, y también implicado en acciones de enriquecimiento ilícito.
Le sigue su sucesor, Gabino Cué Monteagudo, tremenda decepción para los oaxaqueños, y ejemplo trinante de corrupción y opacidad. Éste también antes de concluir su mandato tiene en su haber tres solicitudes de juicio político, que manifiestan las descomposición que endilgo con su actuar, a la administración pública oaxaqueña.
Y así el listado de prohombres, que han pasado por la administración pública como honorables e incorruptibles, que son todo lo contrario, es larga.
También aparece el ex secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, alfil de las trapacerías financieras de Vicente Fox Quesada, quien administró 500 mil millones de pesos de excedentes petroleros, y el país, paradójicamente terminó empobreciéndose aún más.
Le siguen dos secrearios también foxistas Julio Frenk Mora, de Salud, quien terminó siendo un fiasco en materia de política de salud pública, y otro más Reyes Tamez Guerra, secretario de Educación Pública.
Bueno, hasta Alejandro Encinas Rodríguez, el hoy deslumbrante senador perredista, se encuentra en el listado de personajes a los que se les debe instituir un juicio político, por su opacad administración al frente del Gobierno del distrito Federal, cuando sustituyó a Andrés Manuel López Obrador.
Después de la controvertida elección presidencial del año 2006, la primera solicitud de juicio político que recibió la Cámara de Diputados fue contra el presidente electo Felipe Calderón Hinojosa quien.
Junto al presidente del IFE, Luis Carlos Ugalde, y al presidente del Tribunal Electoral, Leonel Castillo González, operaron un fraude electoral que aún no es digerido por la mayoría de la población en el país.
La lista que ya se encuentra distribuida entre los coordinadores parlamentarios, por la cual se da vista a las solicitudes de juicio político, revela que no hay quien se salve, y muy pocos, escasamente pocos, pueden ser enunciados como políticos honestos.
Entre los juicios políticos que tendrían que haberse operado desde la Cámara de Diputados y que han quedado en el olvido, se encuentran aquellos que demandaban castigo contra Emilio Álvarez Icaza en su momento presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, contra el ministro Genaro Góngora Pimentel, presidente de la Suprema Corte, contra el amigo de Felipe Calderón y además de amigo operador financiero César Nava. Contra el troglodita ex gobernador de Jalisco, Francisco Ramírez Acuña.
Y sigue la mata dando…