Política confesable: Nochixtlán, investigación necesaria en curso


Otra vez le hacen el trabajo a Cué

 Tomás Ezequiel Toledo

La agresión contra civiles en Nochixtlán, como parte de los bloqueos para respaldar al movimiento magisterial en contra de la reforma que obliga a los profesores a una evaluación, ha requerido no sólo la intervención de la Procuraduría General de la República (PGR) para indagar el caso, sino ahora también la integración de una comisión del Congreso de la Unión, que la semana pasada se presentó en Oaxaca.

De inicio, la Comisión comenzó mal.

La primera reunión de trabajo fue en las oficinas de Gabino Cué, cuando se trata de que su indagatoria sea de todo imparcial, si se requiere que el informe a presentar antes de que inicie el próximo periodo ordinario de sesiones sea no sólo concluyente, sino sobre todo creíble.

Cué y sus colaboradores le entregaron los reportes oficiales, esto es se anticipa que en esa información se justifique, primero, la orden de disolver el bloqueo ciudadano, que como debe recordarse Gabino dio desde una boda a la que asistía en el Jardín Etno-Botánico del Centro Cultural Santo Domingo, y en segundo término se niegue que la policía o cualquier otra autoridad haya acudido armada y disparado contra civiles.

Más aún, la comisión es presidida por la senadora Mariana Gómez del Campo, del Partido Acción Nacional, y para más señas sobrina de Margarita Zavala Gómez del Campo, y sobrina política del ex presidente Felipe Calderón Hinojosa.

Gabino Cué, surgió primero como candidato y después como gobernador de una alianza entre el PAN y el PRD, en el último tramo del gobierno de Calderón, así que es de esperarse que el informe de la citada comisión tenga, al final, un sesgo que beneficie a Gabino, excluyéndolo de cualquier responsabilidad, a pesar de que él mismo reconoció que formó parte de la decisión para romper el bloqueo.

La sobrina de Calderón sostuvo en una conferencia de prensa que la comisión escuchará todas las versiones de los hechos ocurridos el 19 de junio, agresión que no ha sido aclarada y sobre la que existen diversas «explicaciones».

Fotógrafos y reporteros documentaron cómo ese día la policía participó en el operativo con armas largas y cortas, y han sido ampliamente difundidas las imágenes cuando policías apuntan hacia las personas.

La primera versión oficial alegó que los policías acudieron a romper el bloqueo sin armamento, equipados sólo con sus uniformes, escudos y toletes, pero después -ante las evidencias gráficas- debieron reconocer que en la intervención sí se utilizaron rifles y pistolas.

El viernes la comisión reconoció que aún no se había reunido con los pobladores de Nochixtlán, donde murieron ocho personas por armas de fuego.

La comisión, por como fue integrada, es sólo de coadyuvancia, es decir para contribuir a que se esclarezca el caso; sin embargo, cualquiera que sea el contenido de su informe, que se prevé será difundido el 31 de agosto, será definitorio en apuntar hacia la responsabilidad o no de más autoridades estatales o federales.

Desde ahora Gómez del Campo matizó que los legisladores no actúan como Ministerio Público, porque la investigación ministerial está a cargo de la PGR.

Con todo, la comisión legislativa actúa en un contexto en el que la administración de Cué no tiene ninguna autoridad para dar una explicación sobre lo ocurrido en Nochixtlán hace un mes.

Gabino

Incluso, la actuación de un grupo de trabajo del Congreso de la Unión refleja cómo otro poder se ve obligado a intervenir para tratar de esclarecer la muerte de ocho personas, en un hecho que Gabino ofreció que no se repetiría durante su mandato, en referencia a las muertes de civiles que se registraron durante el sexenio de Ulises Ruiz Ortiz.

Esto es, el terror ya no tendría por qué volver a repetirse en el sexenio «del cambio». A lo que se ve, nada se ha modificado en la vida pública y política de Oaxaca. Es como si Ulises Ruiz aún continuara como jefe de los comandos que se armaron para reprimir a la sociedad civil hace seis años.

Gabino ofreció proteger a la sociedad oaxaqueña y no lo ha hecho. Su deuda, en ese sentido, es mayor que la dejada por Ulises al final de su gobierno: un gobierno opositor que ganó con las críticas a la violencia ejercida por su antecesor, pero que le dio continuidad sin miramientos, tiene una mayor carga.

Sin embargo, como ya se ha dicho, Cué deja que las cosas pasen, tal vez con la expectativa de que su tiempo se acabe. El gobierno federal fue el que negoció el traslado de los líderes magisteriales de la sección 22 a Oaxaca. Porque si bien los delitos que se les atribuyen son del orden federal, la relación de los profesores sigue siendo con el gobierno del estado.

Es deseable, por lo demás, que el caso de Nochixtlán quede resuelto antes de que Gabino se vaya, por salud pública pero sobre todo por la estabilidad política del estado en los años por venir.

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