El tiempo que te quede libre, Échame a mí la culpa, Cariño nuevo y La Ley del Monte entre otros cientos de populares melodías son de su autoría.
Actuó en más de 85 películas, entre producciones nacionales de EU y Europa. Realizó doblaje de producciones hollywodenses desde el inicio de su carerra.
Alterno con grandes figuras del cine nacional, así como estrellas de la talla de Richard Burton, Anthony Quinn, Boris Karloff, John Wayne, Clint Eastwood, Dean Martin, Robert Mitchum, Brigitte Bardot y Jeanne Moreau.
De la Redacción.
actor y cantautor, imitador de voces, conductor, José Ángel Espinoza «Ferrusquilla» falleció la madrugada del pasado viernes en Mazatlán, Sinaloa, a la edad de 96 años, tras ser hospitalizado a causa de un derrame cerebral.
Gonzalo Curiel, integrante de la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM), confirmó la muerte del prolífico compositor, ocurrida en un nosocomio de Mazatlán, Sinaloa, ciudad en la que radicaba.
Curiel, quien ha estado en contacto directo con la familia, señaló que el jueves por la mañana «Ferrusquilla» estuvo bien y de muy buen humor, pero horas después su condición cambió y tuvo que ser internado por un derrame cerebral. Mencionó que luego de ser estabilizado, por la tarde su estado de salud se complicó.
Abundó que fue la madrugada de este viernes cuando el cantautor falleció a los 96 años en Mazatlán, lugar que fue su fuente de inspiración.
Al lado del compositor estuvo su familia, entre ellos su hija, la primera actriz Angélica Aragón, quien se prevé dé a conocer dónde va a ser la última morada del autor de temas como «Échame a mí la culpa», que lo lanzó a la fama.
SINALOENSE DE ORIGEN Y CORAZÓN
Nació el 19 de Octubre de 1919, en Choix, Sinaloa. Hijo de Buenaventura Espinoza y Fredesvina Aragón. Entre 1919 y 1937, vivió en Choix; en Ahome, y en las ciudades de Los Mochis y Mazatlán, en el estado de Sinaloa; después, de 1937 a 1985 en la ciudad de México, y desde entonces nuevamente en Mazatlán, donde radicaba hasta la fecha de su lamentable deceso.
Estudió primaria, secundaria y tres años en el Conservatorio Nacional de Música. Practicó el basquetbol y el béisbol.
En Mazatlán hizo muchos amigos, y fue precisamente un grupo de ellos quienes en 1937 lo subieron a un tren con destino a la Ciudad de México, pues quería ser médico.
En 1938 entró a trabajar a la emisora XEQ. Al principio hacía mandados, luego trabajó como locutor y después como actor y en el doblaje de películas. Ferrusquilla actuó en alrededor de 80 películas. Trabajó con leyendas del cine nacional mexicano, como Carmen Montejo, Sara García, María Félix, Jorge Negrete y muchas más. Sin embargo, también compartió la pantalla con personalidades como Richard Burton, Anthony Quinn, Boris Karloff, John Wayne, Clint Eastwood, Dean Martin, Robert Mitchum, Brigitte Bardot y Jeanne Moreau.
Su carrera como actor la inició en 1938, y como compositor, la comenzó en la ciudad de México, en 1957. Su primera obra fue «A los amigos que tengo».
AMANTE DE MÚSICA, VIAJES Y BUENOS PROGRAMAS DE TV.
Respecto a la definición de su personalidad, sus amigos y compañeros de los gremios artístico y musical, coinciden en que sabe ser buen amigo; una persona muy amable, especialmente con los niños y ancianos. Cuando tiene oportunidad de escuchar música, tiene preferencia por la clásica y la popular, pero de calidad. Le gusta viajar. Sus pasatiempos favoritos son la lectura y ver buena televisión.
La obra que le ha dado mayores satisfacciones es «Échame a mi la culpa», ya que le abrió las puertas como compositor. Ha compuesto la letra y música de todas sus canciones, excepto cinco, ya que tiene cuatro canciones en coautoría con José Alfredo Jiménez, y una con Teodoro Cesarman.
HOMENAJES EN ESPAÑA
Son muchos los reconocimientos y homenajes que ha recibido por sus dos trayectorias, como actor y como compositor.
A manera de anécdota, comenta que su canción «Échame a mi la culpa», fue muy popular en España, grabada por Lola Flores. Debido a ello, fue invitado a la madre patria, para presenciar el rodaje de la película del mismo nombre, donde actuaban Lola Flores y Miguel Aceves Mejía. En 1980, esa canción volvió a ser muy popular en España, interpretada por Albert Hammond, y de nuevo fue invitado a Madrid, para entregar a Hammond el trofeo que ganó como el mejor intérprete del año.
Entre sus mayores satisfacciones se encuentra haber viajado por varios países gracias a su obra, y recibir liquidaciones, por la explotación de su obra, que le permiten una digna subsistencia.
Es autor también de «Cariño nuevo», «La ley del monte», «El tiempo que te quede libre», «El camisa de ‘juera'», «Sufriendo a solas», y muchas otras que le han dado además de grandes satisfacciones, reconocimiento a nivel nacional e internacional.
En 1976 recibió en Nueva York, junto con Lola Beltrán y Tito Guízar, la Medalla de la Paz que otorga la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
MOMENTOS TRÁGICOS EN LA VIDA DE FERRUSQUILLA
En su momento lo repetía, «la satisfacción más grande son mis hijas y mis nietas», y en noviembre de 2008, José Ángel Espinoza sufrío el dolor de la pérdida de uno de sus orgullos, su hija Vindya Espinoza Stransky.
La menor de las herederas del cantautor sinaloense perdió la en un accidente automovilístico provocado supuestamente por un automovilista que iba alcoholizado, informó labotana.com.
Junto con Vindia, de 52 años, en el accidente perdieron la vida sus acompañantes, Ana Irma Morales Izaguirre, de 71 años, quien murió en el lugar del accidente, y Ana María Gasque Morales, de 38 años, quien falleció en la Cruz Roja de Polanco.
Se informó que el conductor que provocó el accidente manejaba una camioneta a exceso de velocidad y con aliento alcohólico.
El compositor de Échame a mí la culpa no desaprovechó la ocasión para hablar de sus hijas.
«De las experiencias placenteras que he tenido es el nacimiento de mis hijas, y luego el nacimiento de mis nietas, les tengo una canción a cada una de a ellas», expresó a Noroeste.
Lamentó que ellas no lo pudieran acompañar en la entrega del Doctorado Honoris Causa que le entregó la UAS en septiembre, porque, dijo, radican fuera del país.
ANGÉLICA ARAGÓN, TAMBIÉN CONSTERNADA
Conmovida, Angélica Aragón llegó a la funeraria al norte de la Ciudad de México, donde se velaba ayer el cuerpo de su hermana Vindya, detalló el sitio esmas.com.
«El dolor es muy fuerte, acabo de perder a mi hermana menor», manifestó la actriz, quien reveló que estaba junto a su padre, Ferrusquilla, en Querétaro cuando recibieron la fatal noticia.
La también cantante comentó que la forma en que murió su hermana fue ocasionado por la irresponsabilidad de un conductor, que según las autoridades ya se encuentra detenido y podría enfrentar cárcel sin el beneficio de fianza.
Agregó que está en espera de que lleguen las hijas de su hermana, quienes se encuentran fuera de México.
HEREDERAS DEL COMPOSITOR
Angélica Aragón y Vindya Stransky son las hijas que Ferrusquilla procreó al lado de Sonia Stransky.
Vindya, además de su padre y hermana, deja a sus hijas Juliana, que estudia en Cuba, y Yuridia, en Londres.
BLANCA ESTELA PAVÓN, EL GRAN AMOR PERDIDO
Ella tiene 15 años, 19 él. Los dos buscan abrirse paso en el ambiente artístico de la Ciudad de México. La jovencita hace un papel de niña -”Florecita”- en un programa infantil de radio. Por su parte él aspira a ser locutor en la XEQ. Viven cerca uno del otro. Ella ocupa con sus padres, doña Josefa y don Francisco, un par de habitaciones en la antigua vecindad situada en la calle de Bolivia número 67. El muchacho, por su parte, batalla para pagar el alquiler de un cuartucho en una vecindad más vieja todavía, la de Venezuela 75. Se hacen novios; comparten sus sueños. Pasa el tiempo. Un productor ha oído sus voces y los contrata para ir a Nueva York a hacer algo que nunca habían soñado hacer: Ella doblará la voz de Ingrid Bergman en la película “Gaslight”, que en español se llamará “Luz que agoniza”. Él hará la voz de Mickey Rooney en “National Velvet” (“Fuego de juventud”), con Elizabeth Taylor. Aprovechan el escaso tiempo libre para pasear como enamorados por la gran urbe. Para ambos ésa será una experiencia inolvidable. Ahora están de vuelta en México. Cada uno retoma su camino, pero mantienen su noviazgo. Quieren triunfar los dos, y anhelan también casarse, formar una familia. En ese tiempo Jorge Negrete es secretario general de la ANDA, la agrupación que reúne a los actores. Ha sido invitado a ir a San Luis Potosí a participar en los festejos de reinauguración del hermoso Teatro de la Paz, esa preciosa joya de la capital potosina. El charro cantor le pide al muchacho que lo acompañe. Actuará junto con él en la velada principal. “No puedo ir, don Jorge -se disculpa él-. Mi novia y yo hemos sido contratados para actuar juntos en el Teatro ‘Macedonio Alcalá’, de Oaxaca”.
BLANCA ESTELA PAVÓN, MURIÓ CUANDO REGRESABA DE OAXACA
Al día siguiente el joven actor recibe una llamada telefónica del empresario oaxaqueño. Le dice éste que han surgido dificultades financieras para hacer la contratación original. Le es imposible pagar el sueldo de él y de su novia. Decida cuál de los dos irá. Ella, desde luego, responde sin vacilar. Pero la joven no se anima a ir sola a Oaxaca. Tampoco hay problema: El empresario acepta que el muchacho ponga su boleto a nombre del papá de la chica, para que la acompañe. En seguida el novel artista llama a Jorge Negrete para informarle que sí podrá ir con él a San Luis. Emprenden el viaje. Además de Negrete y su esposa, Gloria Marín, van también Arturo de Córdova, Rodolfo Landa, Arturo Soto Rangel y los cuatro hermanos Soler: Don Fernando, don Andrés, don Domingo y don Julián. Cumplida la participación en los festejos regresan a México, por carretera. Llegan de madrugada -es un domingo- y ven los titulares de los periódicos que acaban de salir: El avión procedente de Oaxaca se ha estrellado en el Popocatépetl. No hay sobrevivientes. Era el avión en que venía la muchacha. Negrete le encarga a su amigo que vaya a recoger los cadáveres de la infortunada joven y de su padre, que han sido llevados ya por los rescatistas a la Ciudad de México, y él encarga las cajas mortuorias para ambos: Blanca la de ella, gris la del señor. En esos ataúdes son llevados los cuerpos a la casa donde espera la esposa y madre de los fallecidos. Ella pone sobre el féretro de su hija un retrato de la muchacha. Cuando horas después el sepelio sale rumbo al panteón Jardín, la señora toma la fotografía de su hija y la pone en manos de quien fue su novio. “Este retrato le corresponde a usted -le dice-. Guárdelo”. José Ángel Espinosa, “Ferrusquilla”, el autor de canciones como “Échame a mí la culpa”, “El tiempo que te quede libre”, “La ley del monte” y otras muy conocidas, conservó siempre esa foto de la que fue su novia de juventud: Blanca Estela Pavón, la inolvidable “Chorreada” de las películas que hizo con Pedro Infante: “Nosotros los pobres”; “Ustedes los ricos”, “Pepe el Toro”. Lo que acabo de contar lo narra Ferrusquilla, gran compositor, notable actor, extraordinario imitador de voces, en el bello libro de recuerdos que es su autobiografía. Pocos días después de publicar la obra me la envió. Le puso esta dedicatoria: “A don Armando Fuentes Aguirre, con toda mi admiración”