Luto en la danza mexicana, murió Gloria Contreras


Creadora del Taller Coreográfico de la UNAM

De la Redacción.

La bailarina y coreógrafa mexicana Gloria Contreras (1934-2015) falleció a los 81 años de un paro respiratorio la noche del pasado miércoles. Fundadora del Taller Coreográfico de la UNAM, es reconocida como uno de los pilares de la danza en México y una de las máximas renovadoras de una nueva estética apoyada en la idea de que la danza debería ser creativa, sin perder de vista que el espectador es una especie de tierra fértil donde se siembra una semilla creada por la simbiosis del músico y el coreógrafo.

Su deceso ocurrió a las 23:00 horas en su casa de San Ángel Inn, como lo informó ayer su hija Lorena Luke Contreras, mediante un comunicado. Posteriormente, hacia las 18:30 horas de ayer la bailarina recibió un homenaje de cuerpo presente en la sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario, a donde acudieron estudiantes, amigos y familiares de la figura que desde los tres años descubrió su afecto por el baile.

“Cuando tenía tres años yo escuchaba música, me movía y bailaba a mi manera”, expresó la bailarina en una entrevista. “Entonces mi padre notó que me gustaba la danza y me enseñó que un coreógrafo no puede crear con sólo bailar, porque el músico y el bailarín hacen la obra. Así que juntos se convierten en amigos y amantes”, añadió.

GLORIA   POR GLORIA

SÓLIDA PREPARACIÓN; ENORME TRAYECTORIA

María del Carmen Gloria Contreras Röniger nació el 15 de noviembre de 1934 en el DF, realizó estudios profesionales en México con Nelsy Dambré (1946-1954) y en la School of American Ballet de EU, con Pierre Vladimiroff, Felia Doubrovska, Anatole Oboukhoff, Muriel Stuart, George Balanchine (1956-1964) y Carola Trier (1958-1965). Trabajó en México para el Nelsy Dambré Ballet, el Ballet Concierto y en Canadá para el Royal Winnipeg Ballet; en EU para The Gloria Contreras Dance Company y el Taller Coreográfico de la UNAM.

Como parte de su filosofía aceptó la ortodoxia a partir de la innovación, consideró al bailarín como elemento fundamental de la coreografía y explicaba que danzar no sólo es encontrarse, sino renacer al rehacer el cuerpo. “Bailar es llenar con nuestro yo el yo del otro. Danzar es amar”.

A finales de los años 60 la bailarina regresó a México, pero gran parte de la comunidad artística la rechazó, hasta que en 1970 pudo fundar un Taller Coreográfico en la UNAM, espacio que encabezó hasta su muerte, donde dirigió 94 temporadas y montó más de 200 obras originales, formando decenas de coreógrafos.

 GLORIA RECIBE HOMENAJE....

GLORIA POR GLORIA

“Siempre he danzado. Mis padres contaban que me encerraba en la sala-comedor desde los tres años, ponía el radio y bailaba por horas. Después, con los discos de mi padre, hacía coreografías, lo mismo a sinfonías de Beethoven, Lalo o Bruckner, que a zarzuelas españolas, valses de Strauss o música folclórica mexicana”.

“A los ocho años tomé clases con Alicia Delgado y a los 12 años conocí a madame Dambré, de quien recibí la conciencia del arte y lo que sería mi misión en la vida: llevarlo al ser humano para apoyar su yo y hacerlo más fuerte. Al cabo de unos años ya bailaba profesionalmente en la Compañía Madame Dambré, entonces supe que México no era el lugar donde podría desarrollarme”.

“Me marché a Canadá contratada por el Royal Winnipeg Ballet; un año después tomé un autobús que me llevaría a Nueva York, la capital de la danza mundial. De inmediato formé mi primera compañía que se llamó México Lindo, la cual se presentó en la Casa Internacional, la Organización de las Naciones Unidas (onu), la Universidad de Columbia y muchos otros sitios. Esta compañía se mantuvo por muchos años haciéndose cada vez más universal y menos folclórica, aunque siempre apoyada en la esencia de mi cultura básica”.

“Mis primeras coreografías fueron El mercado de Blas Galindo y Huapango de José Pablo Moncayo. La creación de estas obras coincide con mi acercamiento a George Balanchine, quien me abre las puertas de The School of American Ballet y se vuelve mi guía. Gracias a sus consejos me dedico, no sólo a dominar  la técnica del ballet clásico y a hacer coreografía, sino que estudio con seriedad la música, la escultura, la pintura y la literatura”.

“Después mi grupo cambió su nombre a The Gloria Contreras Dance Company presentándose anualmente en el teatro Theresa L. Kauffman Concert Hall en Manhattan, donde mostré a críticos y público en general mi trabajo coreográfico”.

“La compañía realizó giras anuales a varios teatros de Estados Unidos. Así trabajé hasta 1970, año en que realicé mi último concierto en abril, unos meses antes de regresar a México para formar el Taller Coreográfico de la UNAM”.

 GLORIA, UN A DE LAS M ULTIPLES COREOPGRAFIAS...

AL LADO DE GRANDES MAESTROS DEL ARTE

Una vez concluido el homenaje de cuerpo presente, los restos mortales de la coreógrafa fueron trasladados a la Funeraria Gayosso de Félix Cuevas, en la colonia Del Valle, donde acudió la familia y los amigos de la artista, quien aprendió su oficio de la mano del mítico bailarín George Balanchine y del compositor Igor Stravinsky, fueron sus dos grandes maestros durante su estancia en EU.

En el ámbito de la coreografía montó obras para compañías como el New York City Ballet, American Light Opera de Washington, Philadelphia Lyric Opera, Oakland Ballet y Saint Louis Ballet; Royal Winnipeg Ballet; Ballet del Teatro San Martín (Argentina); la Compañía de Ballet del Conservatorio Estatal Rimski-Kórsakov (Rusia), entre otras.

Entre los reconocimientos que recibió destaca el Premio Nacional de Ciencias y Artes, el Premio Universidad Nacional, la medalla “Mi vida en el teatro” de la UNESCO y la Copa de Plata a la excelencia artística otorgada por la Ópera Popular de EU y miembro de número de la Academia de Artes desde 2003. Es autora de libros sobre técnica dancística como: Contrología (1980), Ballet paso a paso (1990), y editora de otros tantos como Taller Coreográfico de la Universidad. Cinco años de existencia (1977).

El fin de semana se realizó un homenaje póstumo, con el estreno de Sonámbula, su más reciente creación coreográfica a partir de una partitura de Brahms, así como una selección de sus obras más representativas.

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GLORIA  PORTADA DE UNO DE SUS LIBROS

Bailarina     

La poetisa

levanta el dedo y escribe

desde la ciencia de la sensualidad.

 

Quedan los verbos confiados

a la habilidad del cuerpo,

abecedario para que el portento sea consumado por la autora.

 

Cuerpo intérprete,

cuerpo doctor,

en su dominio están la paz y el sobresalto.

 

Descifrar signos y crear signos para ser descifrados.

Poetisa e instrumento

realizan la noción de

esta ráfaga que somos.

A Gloria Contreras

Roberto López Moreno

GLORIA   ORGULLOSAMENTE PUMA