La Biblia


Extenso recorrido por el Antiguo y Nuevo Testamento.

Historia de Jesucristo escrita por los cuatro apóstoles.

La palabra Biblia, deriva del griego y significa libros.

Reportajes Metropolitanos

 Carlos Ravelo Galindo, afirma:

Por qué no hablamos  de la Biblia, sugerimos  al doctor Fernando Calderón Ramírez de Aguilar.  Somos un pueblo religioso, católico por excelencia, al que se le han metido una gran cantidad de sectas que alegan religiosidad pero que no son católicas.

Llegan inesperadamente a tu casa a tratar de convencerte. Mucha gente cae en sus redes y se inicia en esos grupos y todo porque nunca, o casi nunca, han leído nada acerca de su religión.

Dicen que los van a convertir en lectores de la Biblia y lo hacen con una interpretación que deja mucho que desear. Ni siquiera saben cuántos son los libros que la forman, ni lo que dicen.

Es obvio que la red para atrapar es muy holgada y el pez cristiano a veces cae atrapado.

La Iglesia Católica  pierde fieles porque muchas veces no habla con la verdad, porque su meta principal es controlar y nada más.

Ojalá que nuestra charla convierta en una buena nueva y consolide la fe basada en el conocimiento y la aceptación. Pero sobre todo con datos que pueden corroborarse en los estudios de teología.

Los conocimientos  de don Fernando son amplios. Y los compartimos con entusiasmo y coincidencia:

La Biblia es una producción literaria que contiene la esencia del cristianismo. Su nombre deriva del griego y significa libros.

Con ese término se designa a ese inmenso trabajo estructurado en diversos periodos de la historia,  seguramente por varios autores, hasta lograr formar una unidad sintáctica y coherente de lo que significa para sus adeptos que se cuentan por millones.

Como en toda obra literaria, existen discusiones y profundas divisiones en torno a la aceptación de algunas de sus partes.

Para su estudio, los libros de la Biblia se dividen en dos grandes grupos: el Antiguo y el Nuevo Testamento, según sean anteriores o posteriores al nacimiento de Jesucristo, hijo único de Dios.

Hecho mismo que representa un parteaguas para estudiar la historia del Mundo, antes o después de Cristo.

La Biblia consta de 72 libros, 45 para el Antiguo Testamento y 27 para el Nuevo Testamento.

La palabra testamento significa voluntad o disposición y aquí se emplea para designar la alianza de Dios con su pueblo. Es un testamento abierto y vital para la doctrina cristiana.

El Antiguo Testamento contiene las tradiciones históricas del pueblo hebreo, pero sobre todo las revelaciones divinas hechas a los patriarcas y a los profetas.

Según se sabe, esta parte del libro sagrado fue escrita en el siglo XV antes de Cristo y se divide en libros históricos, poéticos y proféticos.

Los libros históricos son 21 obras acomodadas en cuatro grupos que contienen la historia del pueble hebreo.

El primer grupo, que es el más conocido, es el Pentateuco, cuya paternidad se atribuye a Moisés.

ravelo explicando el contenido de la biblia

Está formado por:

El Génesis que cuenta la creación del Mundo. La formación del hombre y la historia del pueblo hebreo hasta su salida de Egipto.

El Éxodo que describe magistralmente la salida de Egipto.

El  Levítico que es un código, litúrgico y civil al mismo tiempo.

Los Números que da cuenta de un censo del pueblo hebreo, y

El Deuteronomio o segunda ley, que termina con la muerte de Moisés, quien no logra ver la ubicación y aposentamiento de su pueblo según fue dispuesto por el Señor.

En el Pentateuco existe la descripción de muy bellos pasajes como la historia de José y el Cántico de Moisés.

El segundo grupo consta de los libros Josué y los Jueces.

A la muerte de Moisés el gobierno del pueblo elegido queda en manos de Josué y después se ejerce por los Jueces. Aquí merece especial atención el Cantico de Débora, que es un himno de acción de gracias por la derrota de los cananeos.

El tercer grupo los constituyen los Reyes, las Crónicas, Edras, Nehemías y los Macabeos.

En los cuatro libros de los Reyes y dos de las Crónicas o Paralipómenos se encuentra la historia del gobierno monárquico de Israel.

Destacan las figuras de David y Salomón y termina con el cautiverio de Babilonia.

En el de Edras y el de Nehemías se narra el regreso de la cautividad y la reconstrucción del Templo

En los dos libros de los Macabeos se refieren las luchas de Israel con los tiránicos sirios hasta la conquista del primero por el ejército romano.

El cuarto grupo está constituido por Rut, Tobías, Judith y Ester.

Son biografías particulares, muchas veces dramáticas, que en el mundo occidental han sido tomadas como tema para obras musicales, literarias o de artes plásticas.

Los libros poéticos son siete:

Los  Salmos.  El Cantar de los Cantares.  Job.  Los Proverbios.  El Eclesiastés. La  Sabiduría y el Eclesiástico.

Los libros poéticos son calificados como didácticos y como gnómicos, es decir, versos cortos con sentencias morales.

Esta última designación les va de maravilla porque en realidad frecuentemente contienen sentencias morales breves y la mayor de las veces lapidarias.

Los Salmos son 150 himnos atribuidos a David y cuyo conjunto se conoce como el Salterio. Según muchos autores, los Salmos constituyen la más alta manifestación de la poesía religiosa.

RAVELO LIBRO DE LAS REVELACIONES

EL CANTAR DE  LOS CANTARES

Don Fernando Calderón añade que el Cantar de los Cantares se atribuye al rey Salomón. Su contenido se refiere a un amor pastoril idealizado entre esposos. Su forma es un drama y ocurre en el Palacio de Jerusalén.

Coincidimos en que el libro de Job es un poema dramático en el cual él y sus amigos dialogan acerca del dolor y la adversidad que afligen al hombre justo.

El prólogo y el epilogo están escritos en prosa, en tanto que el cuerpo del poema lo está en verso y sobresale la descripción del caballo marcial.

Los Proverbios, el Eclesiastés y la Sabiduría son atribuidos a Salomón, en tanto que el Eclesiástico lo es a Jesús hijo de Sirac.

Los libros proféticos fueron escritos por los profetas mayores y menores.

Los mayores son Isaías, Jeremías, Ezequiel, Daniel (a su discípulo Baruch se le estudia junto con él).

Los profetas menores son Oseas, Joel, Amos, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahúm, Habacuc, Sofonías, Ageo, Zacarías y Malaquías.

Se considera que los libros proféticos son el fenómeno más original de la literatura hebrea y en el aspecto literario quizá sea lo más notable.

Al hacer sus predicciones mesiánicas y lanzar sus amonestaciones contra el pueblo pecador, lo que querían los profetas era prepararlos para la venida del único hijo de Dios que sería su salvador al dar su vida por el género humano.

Isaías (siglo VIII antes de Cristo) es llamado el profeta de las postrimerías porque se refiere a las cosas últimas de Israel y del Mundo.

Entre sus vaticinios están fundamentalmente el nacimiento del Niño divino y la muerte del Hombre-Dios.

Jeremías (siglo VII antes de Cristo) fue el profeta que anunció a Judá su ruina. Sus elegías, conocidas como las Lamentaciones, son las mejores que ha conocido el mundo de las letras. Su discípulo Baruch hizo conocer las profecías de su maestro cuando éste fue encarcelado.

Ezequiel y Daniel (siglo VI antes de Cristo) fueron llevados al cautiverio de Babilonia. Ezequiel predijo la restauración y gloria de Israel en la segunda venida del Mesías. Daniel fue educado en la corte de Nabucodonosor. Escribió  una obra dolorosa: El Cántico de los Tres Jóvenes en el Horno de Babilonia.

El Nuevo Testamento establece una nueva alianza entre Dios y  la humanidad, hombres y mujeres. Es la segunda de las dos partes en que está dividida la Biblia que comprende, dijimos,  27 libros.

El nombre Nuevo Testamento se debe a que, a través de Cristo se establece la nueva alianza entre Dios y los hombres.

Según la religión cristiana, el Nuevo Testamento viene a ser como una realización del Antiguo. A éste se le considera como una preparación y profecía de aquel.

Su contenido gira alrededor de la vida de Cristo, sus enseñanzas y la primera difusión de estas.                                                                                     Libros de la Biblia

Jesús no dejó nada escrito.

La información acerca de su vida y su obra proviene de sus seguidores inmediatos: los apóstoles y sus discípulos. La lengua en que está escrito es la koiné, o sea griego común de esa época (siglo I). No tiene los refinamientos del griego clásico, pero conocido por toda la gente del Imperio Romano.

Los 27 libros que conforman el Nuevo Testamento se clasifican en históricos (cinco), didácticos (21) y proféticos (1).

Los primeros cuatro libros históricos son nada menos que los Evangelios (la buena nueva).

Los Evangelios fueron escritos separadamente por San Mateo en el año 40, San Marcos en el 50, San Lucas en el 60 y San Juan en el 70.

Los cuatro autores, llamados los hagiógrafos, se ocupan del nacimiento, enseñanzas, milagros, muerte y resurrección de Cristo.

Es extraordinario el hecho de que las cuatro narraciones se complementan y no se contradicen. Tal parece como si las hubiera escrito un solo autor.

El quinto libro histórico, Los Hechos de los Apóstoles, se debe a San Lucas y es la narración de la obra de los inmediatos sucesores de Cristo al difundir la buena nueva.

Los libros didácticos son 21 cartas, catorce de las cuales son de San Pablo y las otras siete, que se llaman católicas, son de otros apóstoles. Todas las cartas contienen exposiciones doctrinales y recomendaciones de observancia.

De las catorce epístolas de San Pablo, diez están dirigidas a siete iglesias particulares, como la de Roma, la de Corinto, la de Tesalónica, etcétera. Las  otras cuatro a tres personas; Timoteo, Tito y Filemón.

Libro profético es uno solo. Al leerlo, queda uno anonadado y taciturno, ya que su profecía es dramática y tiene que ver con las visiones que tuvo el apóstol San Juan con la segunda venida del Mesías y al parecer con el fin del mundo drásticamente.

Y  la aparición de la bestia marcada con el número 666.

En verdad, el desasosiego al leerla es inmenso y dramático y lleva a una tristeza inaudita.

Es nada menos que el Apocalipsis y el cabalgar horroroso de sus cuatros jinetes en preciosos caballos de distinto color, negro, blanco, verde y rojo según lo que hace cada uno y que producen un ruido ensordecedor y siegan vidas.

Sin embargo, no todo son malas noticias.

La Biblia, así escrita, las disipa y guía a los creyentes, todos, a una vida digna. Recta, decente, diáfana. Pero sobre todo de fe. Y de enseñanza.

craveloygalindo@gmail.com

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