El poder real es económico, entonces no tiene sentido hablar de democracia.
José Saramago
La diferencia entre una democracia y una dictadura consiste en que en la democracia puedes votar antes de obedecer las órdenes.
Charles Bukowski
¿El día después o el recuento de los daños?
- Con menos del 50 % de votantes los cargos obtenidos son ilegítimos.
- Partidos que perderán registro; malabares de otros por conservarlo.
- Señales que mandan el abstencionismo y votos nulos, voces de alerta.
Octaviano Lozano Tinoco/Reportajes Metropolitanos
Después de la jornada electoral del 7 de junio parece ahora que la realidad para unos es ver el vaso medio vacío y para otro medio lleno.
Los primeros lo ven desde la perspectiva de que la democracia con una abstención de más del 50 por ciento de los electores no representa a nadie y lo segundos de que México es más grande que sus problemas y pensé a todo la gente salió a sufragar, porque desea seguir viviendo en un régimen democrático.
¿CON MENOS DEL 50 % DE VOTANTES SON VÁLIDOS?
Aquí lo incontestable y los números duros es que el mismo titular del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, indicó que el porcentaje estimado de participación a nivel nacional fue de 47.25 ó 48.51 por ciento.
O sea que más del 50 por ciento de los mexicanos inscritos en el padrón electoral no fueron a sufragar. Hay casos como en Ciudad Juárez donde el abstencionismo llego al 70 por ciento y el estado de Veracruz en 60 por ciento.
Sin duda los Congresos se instalarán y los gobernadores y demás funcionarios tomarán sus cargos tras resultar electos, pero ¿esos puestos de elección tendrán validez, cuándo ni siquiera el 50 por ciento de electorado voto por ellos?
Es para pensar, porque la política debe estar atada a la ética, en caso contrario no pueden ser validos sus actos de gobierno.
De acuerdo con reportes de prensa, los votos nulos en la elección federal de superan el porcentaje de 4 partidos políticos, de acuerdo con 86 por ciento del cómputo de las actas del PREP.
Según la última actualización del INE, los votos nulos alcanzan el 4.91 por ciento del total de los sufragios emitidos. Esa proporción supera los votos obtenidos por el Partido Encuentro Social (PES) que supera el 3.38 por ciento y el Partido Nueva Alianza (Panal) que suma 3.74 por ciento.
El porcentaje de anulistas dobla la preferencia electoral del Partido del Trabajo (PT), que se perfila para perder el registro, con 2.80 por ciento, y del recién ascendido Partido Humanista (PH), que llega al 2.18 por ciento.
El abstencionismo y el voto nulo son dos piernas en México, que demandan una nueva forma de democracia participativa, donde mandar obedeciendo ser una de las principales reglas de los políticos elegidos para ejercer cargos públicos.
ELECCIONES EN LLAMAS
Muertos, heridos y desaparecidos van marcado el sendero para los comicios del próximo 7 de junio.
Como siempre tuvimos elecciones en llamas, pero esta vez el fuego fue más intenso y abarcó varios estados del país, como Oaxaca, Guerrero, Michoacán, Jalisco y Tamaulipas.
La crisis económica, la impunidad, la corrupción, la violencia, el narcotráfico, el descrédito de la política, los partidos y las instituciones, así como el desgobierno van generando la violencia en la geografía nacional.
Hasta el momento se contabilizan 20 muertos entre los candidatos a puestos de elección popular, los cuales cayeron abatidos por los criminales que están entre la línea de lo legal y lo ilegal, pero que siempre actúan en México con total impunidad.
COLOSIO Y VASCONCELOS
Esto no es nuevo en el país, sólo basta recordar que fue asesinado en plena campaña un candidato a la presidencia, que seguro llegaría a la primera magistratura del país, y me refiero al priísta Luis Donaldo Colosio Murrieta, acribillado el 23 de marzo de 1994, en Lomas Taurina, Tijuana.
Otro acto violento fue en 1929 cuando los simpatizantes de José Vasconcelos, en ese entonces candidato a la presidencia, fueron reprimidos y algunos asesinados; en 1952 les ocurrió algo similar a los partidarios del general Manuel Henríquez Guzmán; en 1988 varios colaboradores de Cuauhtémoc Cárdenas fueron asesinados, como fue el caso de Francisco Xavier Ovando Hernández y Román Gil Heraldez a cuatro días de las elecciones presidenciales, y también algunos cientos de perredistas a lo largo del sexenio de Carlos Salinas de Gortari, que llego al poder ese año producto de un gran fraude electoral.
Las elecciones en México siempre se han teñido de sangre, por más millones de pesos se pongan en marcha para hacerlas civilizadas. La democracia es una hoguera de pasiones y la impunidad la gasolina que en el país todo lo incendia.
Lo peor de todo es que el 8 de junio México habrá cambiado mucho, porque el proceso electoral dejó de ser la opción para el verdadero viraje que requiere la nación.