Nunca olvidaré que en la mitad del camino
había una piedra.
Carlos Drummond de Andrade.
Inicio el anunciado juicio político contra Dilma Rousseff en Brasil.
Rousseff no cometió ilícitos pero si violó leyes fiscales, advierten.
Corrupción es una pandemia y amenaza seria para países: John Kerry
Octaviano Lozano Tinoco/Reportajes Metropolitanos
Por fin la novela de Brasil concluyó con el final que todos esperaban: el inicio del juicio político (impeachment) contra la presidenta Dilma Rousseff, quien será retirada del cargo por 180 días –lo que durará el proceso–, y la entrega del poder al vicepresidente Michel Temer .
Si es un golpe de Estado, contra el gobierno de izquierda del Partido de los Trabajadores (PT), como dice la agraviada, no es un argumento válido, porque vemos que su administración estaba cimentada en un hoyo negro de corrupción, en el que toda la clase político y empresarial gozó de sus miles por los 13 años de los gobiernos de izquierda.
Sólo un dato, Fiscales de Brasil acusan y sus jueces procesan por actos de corrupción a 59 por ciento del políticos que integran el Congreso, tanto diputados como senadores.
PETROBRAS, LA ENORME UBRE
Petrobras, la petrolera brasileña, fue la ubre donde la clase política y empresarial del país explotó para enriquecerse a costa del pueblo. La empresa ahora vive una grave crisis económica e institucional a raíz de la gigantesca red de corrupción que operó dentro de la empresa en la última década, formada por políticos, empresarios y altos cargos, que se repartieron los contratos, los amañaron y los inflaron, para dividir entre ellos el excedente de dinero. Por ello, su deuda es de 112 mil millones de dólares, con lo que es una de las petroleras más endeudada del mundo.
Si bien las fuerzas de derecha utilizaron su poder para tirar a Rousseff también es cierto que capitanea un barco tan corrupto, que nada podía dejarse en la mesa sin que se perdiera si lo dejabas de mirar.
La presidenta no está acusada de corrupción, pero sí de violar las leyes fiscales al trasladar fondos oficiales a fines distintos a los asignados antes de su campaña de reelección de 2014. Los partidos opositores sostienen que las maniobras contables le permitieron elevar el gasto público para obtener votos.
NO HAY UN DELITO QUE PERSEGUIR: ROUSSEFF
Rousseff niega haber cometido delito alguno y asegura que no hizo nada que no hicieran gobiernos anteriores. Afirma que no se le acusa de un delito, lo cual debería ser la base de un juicio político.
Es claro que es una artimaña para retirarla del cargo, pero también que la presidenta Rousseff no hizo nada sustancial para frenar la corrupción en Brasil, que desde mi punto de vista debería ser el trasfondo del conflicto en Brasil y debe ser el gran problema por resolver en toda América Latina.
El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, dijo que la corrupción es una pandemia y una amenaza tan seria para los países como la que supone el terrorismo.
Durante una cumbre internacional sobre corrupción en Londres, Kerry dijo que como encargado de la diplomacia de Estados Unidos, «me impresionó el grado de pandemia que hallé en la corrupción en el mundo actual».
El alcance de la corrupción «es tan grande como el de un enemigo, porque destruye naciones, como algunos de los extremistas a los que estamos combatiendo», agregó.
La corrupción está carcomiendo a Brasil y la solución que den los brasileños impactará a todos los países de la región. Por ello en México es vital el proyecto de ley anticorrupción elaborado por organizaciones cívicas, lo cual forzó su debate en el Congreso. Conocido como “Ley 3de3”, que exige a los funcionarios públicos publicar declaraciones juradas de sus activos, impuestos pagados y posibles conflictos de interés.