¿Falsificación de firmas para renovar contratos entre “Guerreros” y la UABJO?


Redacción

La historia de los Guerreros de Oaxaca no se reduce solamente a lo que sucede en un temporada en el terreno de juego, al ser una organización de beisbol profesional el círculo de influencia es aún más grande que el mismo inmueble que alberga al club deportivo.

El «Eduardo Vasconcelos», desde 1996, se convirtió en casa de los exiliados «Charros de Jalisco» y ese año marcó un hito en la historia de Oaxaca, con béisbol profesional que por fín, llegaba a la tierra de Juárez como esperanza de desarrollo tanto deportivo como económico.

Las primeras dos temporadas fueron en lo deportivo poco menos que aceptables, pero con la novedad de la pelota de calidad las gradas lucían siempre con una gran afluencia de aficionados. Esto significaba una oportunidad para diversas personas que vieron la posibilidad de lograr ingresos para ayudar a sus familias.

Dentro de ese tejido surgieron verdaderos «personajes» como la popular «Lupe», con sus empanadas traídas de Ocotlán; el «bigotón» del triciclo de las tostadas «ejutecas» de salchicha y aquél de los cacahuates y pistaches «calientitos por el sol», que durante aproximadamente 3 años vieron beneficios en su trabajo en el estadio de béisbol.

Igualmente, empresarios que expendían alimentos vieron épocas de bonanza en su participación con la organización hasta que llegaron los años del monopolio Spíndola Morales.

El encargado del manejo es el gerente general y tal vez sea por órdenes del patrón o iniciativa propia.

 

 EL MONOPOLIO

El MBA Guillermo Spíndola Morales, cultivó una amistad con Alfredo Harp Helú desde aquellos años cuando el primero se desempeñaba como «pasabolas» en las canchas de tenis de conocido hotel, actividad que realizaba para hacerse de un ingreso extra para salir al cine y poder tener otras diversiones. Encuentros tenísticos constantes formaron un lazo con el beneficiario del FOBAPROA, quien después de reencontrarse en España con el joven Spíndola y con la seguridad de su lealtad, lo colocó a la cabeza del equipo sucursal de los Diablos.

Fue precisamente la llegada de Guillermo Spíndola la que marcó el inicio del monopolio.

Un par de empresarios nos dieron la información acerca de la manera en que el gerente general se hizo de la venta de todos los productos en el parque de pelota.

Iniciaron con un estratosférico aumento a la renta por expender sus productos en el inmueble, lo cual ya no fue rentable para los externos, porque el pobre nivel del equipo alejó a la afición dos años después de lograr el campeonato de 1998.

Ni hablar de los comerciantes independientes que ya ni siquiera pudieron continuar ofreciendo sus productos dentro del inmueble. Todavía una temporada después de la llegada del «Zar» Spíndola se veía a algunos vender a través de las puertas hasta que se contrató un cuerpo de seguridad que no permite el paso ni de una mosca (a menos que vaya de parte de los jefes).

Familiares y amigos de Spíndola Morales controlan ahora el «Vasconcelos» como propio, a pesar de que es un edificio propiedad de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), otorgado en «comodato» (figura preferida por el mecenas) al club de béisbol y cuyo contrato se renueva periódicamente.

No nos crean, pero en el último contrato realizado se menciona falsificación de firmas para conseguirlo.

Supuestamente la Fundación Alfredo Harp Helú (FAHH), en retribución realizaría obras en beneficio de la máxima casa de estudios de Oaxaca, lo cual ha resultado cierto, pero con sus inconvenientes.

falsificacion  los grandes momentosz....

¿SIGUE LA UABJO?

Resulta interesante conocer la manera en que la organización se maneja a la vista de todos, con acciones altruistas, apoyo económico, «rescate» de inmuebles -a conveniencia del dueño claro-, mientras que por otro lado, el golpe a los que en su momento buscaban beneficiarse de la llegada del deporte profesional fue muy duro y lo que es más preocupante, que ese golpe vino desde adentro.

No está por demás mencionar que las obras que la FAHH realiza en la UABJO van para beneficio de unos cuantos, puesto que los deportistas ahora son solamente considerados para utilizar las «nuevas» instalaciones, si cumplen con los lineamientos que marca el «mecenas», de lo contrario son acosados por Luis Abel Solano Santiago, ahora titular de la Licenciatura en Entrenamiento Deportivo, quien posterior a cerrar la «nueva» pista de atletismo, -supervisada por Guillermo Spíndola claro-, corrió a los beisbolistas, bajo el argumento de que la FAHH  «remodelaría» el campo que ahora luce vacío.

Vaya manera de hacerse de lo público sin arriesgar el capital propio, y desafortunadamente el gobierno en turno dejará hacer y dejará pasar, hasta que la capital tenga un solo dueño, hasta convertirse realmente en Oaxaca de Harp.