Encuentro Obama Castro en Cuba se realizará en simbólica fecha


Hace 88 años que el último presidente de EU viajó a la isla.  

Partido de Beisbol entre Selección Nacional de Cuba y equipo de Grandes Ligas Tampa Bay, será presenciados por mandatarios.

Devolución de Bahía de Guantánamo, otra asignatura pendiente entre las dos naciones.

Agencias.

El último presidente de Estados Unidos que viajó a Cuba, Calvin Coolidge, llegó a la isla a bordo de un buque de guerra.

Este 21 de marzo, 88 años después,  Barack Obama hará lo propio y  aterrizará con el moderno Air Force One en el vetusto aeropuerto de La Habana con la mano tendida hacia el antiguo enemigo.

Asimismo,  la Casa Blanca confirmó que el presidente Barack Obama presenciará el partido de béisbol entre la Selección Nacional de Cuba y el equipo de Grandes Ligas Tampa Bay Ray, durante la visita que realizará a la isla caribeña.

Su asistencia al encuentro deportivo se dará en el marco del acercamiento que Obama buscará con la sociedad civil durante su estadía de dos días en la isla, aunque el secretario de Prensa de la Casa Blanca, Josh Earnest, explicó que esa interacción incluirá encuentros con la disidencia.

«Esa será una parte importante del viaje. Esto es algo que hemos discutido desde el primer día, pero es justo decir que por varias razones, el presidente está buscando reunirse con disidentes en Cuba y asistir al juego entre los Tampa Bay Ray y el equipo nacional cubano de béisbol», dijo.

La celebración del encuentro de exhibición fue anunciada por las Grandes Ligas de Béisbol (MLB), en lo que será el primer encuentro amistoso entre un equipo de la isla y uno estadunidense en 17 años.

El partido tendrá lugar en el estadio Latinoamericano de La Habana, el mismo escenario donde el 28 de marzo de 1999 se enfrentaron los Orioles de Baltimore y la escuadra cubana, y que los primeros ganaron tres carreras contra dos en 11 entradas.

Sin embargo, los cubanos tuvieron su revancha el 3 de abril de ese mismo año, cuando devolvieron la visita a los Orioles, imponiéndose a los de casa por 12 contra seis, en el Camden Yard de Baltimore.

Consultado sobre los reportes de prensa que indican que la MLB ha solicitado al Departamento del Tesoro levantar la restricción que impide por ahora a equipos de grandes ligas contratar de manera directa a jugadores cubanos, Earnest eludió hablar del tema.

Recordó que desde que el restablecimiento de relaciones, varias regulaciones han sido modificadas como parte del proceso de normalización «y no es extraño para la administración ofrecer consejo a negocios de Estados Unidos que buscan que sus acciones cumplan con esas regulaciones».

«De manera que las pláticas aludidas no son inusuales y son totalmente apropiadas», precisó.

La normativa actual obliga a los equipos a contratar sólo a aquellos peloteros cubanos que han establecido residencia en un tercer país, aunque no existen restricciones de ningún tipo en los casos de aquellos que optan por desertar.

 

ESPERADO ENCUENTRO CASTRO-OBAMA

Poco más de un año después del anuncio del deshielo de las relaciones de los dos rivales ideológicos, habrá un nuevo momento histórico. Obama se reunirá por tercera vez desde el 17 de diciembre de 2014 con su homólogo cubano, Raúl Castro. La novedad ahora es que será en La Habana.

La simbólica visita a poco menos de un año de abandonar la Casa Blanca cimentará el legado de Obama que, como muchos otros presidentes antes de dejar el cargo, busca triunfos en política exterior.

«No hay ninguna duda de eso», asegura a BBC Mundo el cubano Arturo López Levy, profesor de Política en la Universidad de Texas Río Grande Valley, en Estados Unidos

Será el tercer encuentro entre Barack Obama y Raúl Castro desde el anuncio de acercamiento de diciembre de 2014.

Junto al acuerdo nuclear con Irán, otro enemigo tradicional, el acercamiento a Cuba tras 54 años de distanciamiento es quizás el mayor logro de Obama.

Pero para ello, el deshielo tendrá que consolidarse, ya que la llegada en 2017 de un presidente contrario a ello podría amenazarlo. El miércoles, los candidatos republicanos Ted Cruz y Marco Rubio, ambos de origen cubano, ya se mostraron muy críticos con el viaje.

 

RECORDANDO EL POR QUÉ DEL DISTANCIAMIENTO

Estados Unidos y Cuba rompieron relaciones diplomáticas en 1961, luego de que el Gobierno americano impuso el bloqueo comercial a la isla en respuesta a las expropiaciones de bienes que decretó el gobierno de Fidel Castro en contra de empresas y ciudadanos de EU.

Desde entonces las relaciones entre ambos países han estado marcadas por las confrontaciones y hostilidades.

Uno de los episodios más graves fue la crisis de los misiles, provocada en 1962 por el descubrimiento de bases de misiles nucleares soviéticas en suelo cubano.

El fin del bloqueo no es una misión fácil para Obama, que necesita para la derogación al Congreso de los Estados Unidos, controlado por la mayoría del Partido Republicano.

El embargo está convertido en Ley: por la promulgación de la Cuban Democracy Act de 1992 y de la ley Helms-Burton de 1996.

 

OPOSITORES DE CASTRO

La otra gran duda que hay sobre el viaje de Obama a Cuba es si el Presidente norteamericano se reunirá con los opositores del régimen castrista en La Habana.

En días pasados, las organizaciones del exilio cubano en Miami criticaron el viaje que hará el Mandatario a La Habana.

“Lamentablemente no va a ir a Cuba a festejar la libertad del pueblo cubano, sino a validar la dictadura militar de los Castro”, aseguró Silvia G. Iriondo, presidenta de Madres y Mujeres contra la Represión.

Según el viceasesor de la Casa Blanca en Seguridad Nacional, Ben Rhodes, la visita a Cuba de Obama no significa que Estados Unidos dejará de presionar al Gobierno cubano por la defensa de los derechos humanos y libertad de expresión.

“Seguimos oponiéndonos y criticando las restricciones a derechos como la libertad de expresión y de reunión en Cuba.

“Aunque no intentamos imponer cambios a Cuba, creemos firmemente que Cuba se beneficiará cuando su gente pueda ejercer sus derechos universales. Obama ha hablado de ello en sus discusiones con el presidente Castro y seguirá haciéndolo”, aseguró Rhodes.

 

BAHÍA PELIGROSA

Otro tema pendiente entre EU y Cuba es la devolución de la bahía de Guantámano, donde el Gobierno norteamericano tiene operando una base militar desde el siglo pasado.

El año pasado –después de medio siglo- se normalizaron las relaciones entre La Habana y la Casa Blanca.

Así, John Kerry, secretario de Estado, viajó el año pasado a la isla para formalizar el acercamiento.

RETENIENDO

EL PODER

El año pasado, en una visita a África, el presidente Barack Obama habló con emoción sobre la importancia de que hubiera límites claros para los periodos presidenciales. Argumentó que “nadie debería ser presidente vitalicio”. Su gobierno ha guardado el mayor silencio sobre este asunto en América Latina, donde un puñado de líderes se han convertido en déspotas no muy proclives a compartir o abandonar el poder.

Ahora, cuando se convierta en el primer presidente estadunidense que visita Cuba en 88 años, Obama tendrá la oportunidad de subrayar esa idea en un lugar donde puede tener más peso. Ya que es un Presidente estadunidense increíblemente popular en Cuba, se espera que su mensaje sobre tradiciones democráticas, liderazgo y poder tenga una gran resonancia.

 

DIVERSOS FACTORES ESTÁN EN JUEGO

La cuenta regresiva para la salida de la Casa Blanca ya comenzó y hay mucho en juego.

«Hay una falta de prioridad del tema cubano en la burocracia y ya va quedando menos de un año para el cambio de gobierno. Un viaje presidencial eleva el perfil al tema cubano», dice López Levy, que anticipa cambios en los próximos meses.

Obama ya flexibilizó el embargo económico y comercial que pesa sobre la isla, que sólo puede ser levantado por el Congreso en Washington y que supone el mayor obstáculo para el acercamiento.

A Obama lo acompañarán legisladores de los dos partidos, lo que quizás suponga un paso adelante para el fin del embargo, aunque López Levy no cree que eso vaya a ocurrir antes de que Obama complete su mandato.

La visita de Obama a Cuba busca acelerar el proceso de acercamiento, según los expertos.

«Queremos que sea irreversible, que las conexiones ganen peso para que sea inevitable», dijo el pasado jueves Ben Rhodes, consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca y uno de los principales negociadores con Cuba.

Rhodes apuntó a que no tendría sentido cerrar la embajada en la isla reabierta en julio del año pasado, volver a impedir que los estadounidenses viajen a Cuba ni que los empresarios olviden los proyectos en los que están trabajando.

«No se puede volver al 16 de diciembre de 2014, es irreversible», afirma Frank Mora respecto a la histórica fecha del 17 de diciembre de 2014.

El experto cree que quizás Cruz o Rubio podrían ralentizar el proceso, si llegan a ser presidentes, pero no frenarlo.

Esta semana se anunció que medio siglo después una empresa de Estados Unidos se instalará en Cuba y que a final de año volverán a operar vuelos comerciales entre los dos países.

«El espaldarazo que supone el viaje de Obama a Cuba debe dinamizar esos cambios», dice López Levy. «Más que una culminación en el proceso de acercamiento es un acicate para que el proceso reaccione», agregó el experto, que observa cierta lentitud.

CUBA  EU   EQUIPO   equipo de Grandes Ligas Tampa Bay

POPULARIDAD DE OBAMA EN LA ISLA

La popularidad de Obama puede ser un factor para ganar simpatías entre el pueblo cubano.

Rhodes aseguró hoy que no se espera que Obama se reúna con Fidel Castro, expresidente y el líder de una Revolución que es el germen de la separación ideológica entre ambos países. Un encuentro entre ambos sería el gran momento de la visita.

Sí habrá reunión, en cambio, con «miembros que se oponen al gobierno y son críticos», dijo el asesor.

Poder hablar con disidentes había sido una de las condiciones de Obama para viajar. El presidente también se dirigirá al pueblo cubano en algún momento de la visita de dos días.

Más allá de sus discursos y sus palabras, Obama jugará también la baza de su popularidad y de la de su mujer. «No es algo que se pueda subestimar. Y no olvidemos que es el primer presidente afroamericano (de EE.UU.) y que hablará ante una población en la que hay muchos descendientes africanos», apunta el profesor Frank Mora.

 

UNA TRANSICIÓN TRANSGENERACIONAL

Los cubanos reaccionaron positivamente este jueves. «Nunca imaginé que pasara tan rápido. Creo que es un paso adelante. Después de todo, somos vecinos», dijo un hombre al en La Habana, Will Grant.

«Una visita de un presidente de Estados Unidos a Cuba es increíble», afirmó una mujer en la capital.

La decepción en Cuba ante las pocas cosas que han cambiado un año después del deshielo

Desde el gobierno, también se le dio la bienvenida. «Su visita representará un avance en la mejora de las relaciones», aseguró Josefina Vidal, la encargada de las negociaciones con Estados Unidos.

La visita de Obama llega a pocas semanas del congreso del Partido Comunista de Cuba

La Casa Blanca insiste en que la visita busca avanzar «los lazos comerciales y personales que puedan mejorar el bienestar del pueblo cubano» y expresar su apoyo a los derechos humanos.

 

MOMENTO CRUCIAL EN ELECCIONES DE CUBA

Pero el viaje llega también a pocas semanas de que en abril se celebre el congreso del Partido Comunista, en el que podría decidirse quién será a partir de 2018 el primer presidente de Cuba desde 1959 sin el apellido Castro.

«Obama es consciente de que hay una transición intergeneracional y hacer este gesto antes del congreso transmite una visión de que Estados Unidos está abierto a dialogar con las nuevas voces del nacionalismo cubano», dice López Levy.

 

¿TERMINÓ ERA DE INCOMUNICACIÓN?

El único Presidente de Estados Unidos que en ejercicio de su cargo había visitado la capital cubana hasta ahora había sido Calvin Coolidge, en 1928. James Carter visitó la Isla pero en calidad de ex presidente en 2002 y 2011.

Han pasado 88 años entre las dos visitas de Presidentes en el cargo. Un lapso mayor a “la maldición del bambino” y que condenó a los Medias Rojas de Boston a esperar por su Serie Mundial de béisbol entre 1918 y 2004. La maldición de la incomunicación parece que llegó a su fin.

 

CATORCE MANDATARIOS

Catorce Presidentes han tenido que mediar entre una visita y otra. Coolidge fue el trigésimo presidente de los Estados Unidos. Llegó al puesto en 1923 cuando era Vicepresidente, como consecuencia de la muerte del presidente Warren Harding, cuando este llevaba solo dos años en el poder.

Coolidge tuvo seis años de mandato (1923-1929) y llegó a Cuba en 1928. El 27 de abril de 1927 el presidente de Cuba Gerardo Machado viajó a los Estados Unidos para invitar a Calvin Coolidge a la VI Conferencia Panamericana a efectuarse en la Habana en el mes de enero de 1928.

Los meses finales de 1927 fueron muy convulsos para Machado. El 1 de diciembre de 1927 los miembros del opositor Directorio Estudiantil Universitario  fueron expulsados de la Universidad y de otros centros de estudios. La Universidad donde se celebraría la conferencia, y los centros docentes fueron tomados militarmente. No podía existir ningún síntoma de rebeldía durante la visita del mandatario norteamericano.

La VI Conferencia Panamericana se realizó en La Habana entre el 26 de enero y el 20 de febrero de 1928. Un día antes llegó el Presidente norteño acompañado de su esposa. Fue tal su política aislacionista con el mundo que en seis años de mandato Cuba fue su único viaje al exterior.

En el archipiélago se preparaban las elecciones para delegados a la Asamblea Constituyente que aprobó el 20 de mayo de 1928 la nueva Constitución que derogaba la de 1901. Machado aprovechó la estancia del Presidente norteamericano para su campaña política que le propició ser reelecto el 1 de noviembre de 1928.

Las únicas palabras públicas conocidas de su visita fueron las pronunciadas durante la sesión de la Conferencia. En su discurso tuvo que defender la postura norteamericana con relación a la Nicaragua de Augusto César Sandino y dijo que “estaban allí simplemente con el objeto de ayudarles a celebrar unas elecciones libres”. Además alabó la situación de Cuba: “Hace treinta años Cuba era una colonia extranjera desgarrada por la revolución y devastada por los enfrentamientos. Hoy Cuba es su propio soberano. Su gente es independiente, libre y próspera, pacífica y disfruta de las ventajas de autogobierno”.

Cinco años después de su visita a Cuba y alejado de la política murió el único presidente estadounidense que pisó la isla durante su mandato. En pocos días llegará el segundo…sin embargo, otros han estado también en un pedazo del país que tiene una conflictiva definición de su soberanía.

CUBA  EU  LA VIEJA HABANA

PRESIDENTES DE EU EN LA BASE NAVAL DE GUANTANAMO

El primer Presidente norteamericano que visitó la Base Naval de Guantánamo fue William H. Taft, en 1911. El motivo de su visita fue verificar las modestas construcciones que comenzaron a realizarse en la base para la Marina de Guerra de Estados Unidos. Hasta ese momento solo se contaban con las facilidades para la Marina que había construido España para su cuerpo naval. Taft, como Secretario de Guerra de Theodore Roosevelt, había sido enviado como gobernador provisional de Cuba durante los primeros días de la segunda ocupación norteamericana, que concluyó bajo el mandato de Charles Magoon.

Franklin Delano Rooseveelt, presidente de los Estados Unidos desde 1933 hasta su muerte en 1945, visitó en dos ocasiones también la Base Naval de Guantánamo y en una de esas visitas asignó presupuesto para su modernización. La Base empezaba a desempeñar un importante rol como centro de operaciones de la flota del Atlántico, la principal de los Estados Unidos previo a la participación directa en la Segunda Guerra Mundial.

La primera visita de Roosevelt ocurrió el 20 de febrero de 1939 a bordo del crucero Houston. Regresó a Guantánamo en menos de dos años, el 4 de diciembre de 1940, en el buque Tuscaloosa (que después obtuviera siete estrellas de batalla por su servicio en la Segunda Guerra Mundial).

Otro Presidente norteamericano que llegó a Guantánamo fue Harry Truman (presidente en el período 1945-1953). Truman hizo escala en la base el 25 de febrero de 1948 proveniente de Puerto Rico en el yate presidencial U.S.S. Williamsburg. Prácticamente realizó un viaje de recreo al enclave militar aunque fue recibido por un grupo de niños norteamericanos y por el capitán que estaba al frente de la base. No se reunió con los funcionarios del gobierno cubano y rápidamente partió en un crucero a su casa de vacaciones en Cayo Hueso. Su visita simbólica solo quedó reflejada en par de fotos.

En más de 113 años de ocupación norteamericana de esa franja de la bahía de Guantánamo, solo un Presidente cubano ha pisado su tierra. Fue Fulgencio Batista, en 1954. ¿Entrará algún otro a la base militar? ¿Pisará un mandatario cubano algún día ese territorio devuelto? Demasiada especulación para un recuento histórico que se basa en hechos… aunque la tentación de mirar al futuro continúa.