El Diluvio: Tiempos interesantes


Para bien o para mal, pero se están registrando cambios.

Despertar de la conciencia pública mueve fuerzas e intereses.

 Rafael Cardona

 Decían los latinos, ojalá el hado te condene a  tiempos interesantes.

Para otros fue una maldición leve: ojalá vivas tiempos interesantes. En el sentido de hallarse frente a la maravilla de contemplarlos o la dificultad para adentrarse en  ellos.   Los tiempos actuales de los mexicanos son sumamente interesantes

Para quienes llevamos, como es el caso de este redactor,  atestiguando la vida pública, día con día, pues eso hacemos los periodistas, dar testimonio de la evolución de la vida y de los hechos todos los días, ya sea en la radio, en la televisión o en los periódicos, o al mismo tiempo en los tres medios (o como hagamos o como Dios nos dé a entender) estos son tiempos espectaculares cuya dinámica nos pone a prueba todos los días.

Hemos visto un cambio de país y una velocidad de cambio, cuya fugacidad no alcanzamos todos a digerir por completo. Un ejemplo.

El 10 de junio de 1971 yo trabajaba en un periódico y los reporteros teníamos ganas de ir al mitin, pero andábamos viendo la manera de ir rápido y regresarnos, porque temíamos la  violencia. Pero la violencia en sí era  la noticia y entonces algunos se metieron en la marcha y así les fue, algunos compañeros nuestros, otros no.

¿Qué pedían quienes ahí marchaban?

Si lo vemos a la luz de la fecha de hoy, no pedían nada, pedían el derecho de salir a la calle, ese era  el fondo la discusión. Salir y participar en las decisiones,   eso se estaba discutiendo, a final de cuentas. El derecho a intervenir en la vida pública, con un pretexto o con otro; por  la derogación de una ley o la libertad de los presos políticos, fuera cuanto fuera.

cardona... el halconazo

EL CASO OAXACA

Hoy tenemos, estados completos de la República –como Oaxaca–,  están dominados por fuerzas antagónicas, a la institucionalidad del Estado y con ellos se negocia. Y la costumbre anterior,  casi, casi una potestad legítima del Gobierno para  reprimir, es algo del pasado.

¿Cuánto tiempo nos vamos a tardar, como otro ejemplo, en insistir en las  candidaturas políticas presentadas, exclusivamente, por partidos registrados, como las únicas con viabilidad?

Nos vamos a tardar seis meses más, porque lo ocurrido  en Nuevo León… en Morelia o en Jalisco… ya nos demostró cómo los cambios de la política ( a final de cuentas los cambios de la sociedad, porque por un lado la sociedad genera el cambio, pero el cambio genera una nueva sociedad y una nueva forma de organización) nos han transformado.

Para bien o para mal. Eso viene después.

cardona  aires de....

ÉPOCA DE LOS DERECHOS

En menos de 40 años, hemos pasado casi de un Estado feudal a un Estado con rasgos de una modernidad irreversible  a situaciones previas.

Por ejemplo, estamos viviendo la época de los derechos. Todo cuanto  ocurre en este país se ampara y se invoca por un derecho antes semi oculto, y así, hemos visto los derechos de las minorías convertirse en leyes aprobadas por las mayorías, lo cual es una forma de transigencia, verdaderamente escandinava.

Así se lograron esta ciudad cambios antes imposibles,  como el matrimonio entre personas homosexuales. En Francia el año pasado ese mismo asunto causó un desbarajuste increíble, no obstante aquellos hablaban de la igualdad en el siglo XVIII, tomaron la Bastilla con esos gritos y ahora todavía les estaban regateando su derecho al matrimonio a las personas del mismo sexo.

Y en España ya no se diga, con esos resabios franquistas aún vigentes cuyo resplandor viene del Siglo de Oro (de oro nada más tenía la literatura, todo lo demás era bastante malo).

Estamos viendo morir una época.

Nosotros somos los sepultureros del pasado lejano contemplado con azoro cuando llegamos anhelantes de conocer la realidad de la redacción de un periódico o a un estudio de televisión. No somos sus sepultureros pero vimos su sepultura y estamos viendo una nueva forma de participación de los mexicanos en la construcción de un destino y esto va más allá de la bondad o de la ineptitud de los gobiernos.

Hay, realmente, creo yo, un surgimiento de la conciencia pública, no todo el tiempo se aprovecha, hay cosas pervertidas;  hay nuevos políticos montados en los vientos del cambio para recuperar privilegios del pasado o para simularse como agentes del cambio por el cual ellos cambian, pero eso no importa, en la suma.

En la suma de las cosas y en el balance final de la historia reciente en la que estamos todos metidos, estamos cumpliendo aquella frase latina:

«Quiera Dios que te toque tiempos interesantes» y estos son los tiempos más interesantes de nuestra vida.