El diluvio : ¿Quién es el que hará los mandados?


Margarita Zavala y Felipe Calderón

Rafael Cardona

La mañana del viernes comenzó para los seguidores de Felipe Calderón y su intento de partido, con un amanecer de jubilosa promesa: hoy es el día de México Libre, piaba el canario azul en los tuites de la señora Margarita Zavala; hoy se abren las puertas de la gloria, hoy comienza, hoy es la fecha; de aquí a la tierra prometida –se decían–,  aun cuando nada más ellos se hayan imaginado ese vergel.

Lorenzo Córdova

Y Felipe le mandaba gratitudes por la red a Margarita, mensajes de reconocimiento a su infatigable labor, casi como si fueran el matrimonio Ackerman-Sandoval o Sandoval-Ackerman, pues el orden de los amores no altera el matrimonio. Como sea.

Pero ellos llevaban en el bolsillo el dictamen de la Comisión de Prerrogativas del Instituto Nacional Electoral cuyos integrantes determinaron legales los requisitos para transformar la Asociación Política Nacional en partido formado con  todas las de la ley,  tanto como para pagar una multa de nonato, porque quienes recaudaron fondos al estilo de Leona Vicario, lo hicieron mediante una aplicación llamada “Clip” en la cual se dificulta la identidad del donante. Ni dicen ni Pio, pues.

Los pelillos a la mar la costaron a “México Libre” casi tres millones de pesos, lo cual –para el volumen de los recursos a los partidos políticos (casi 7 mil millones)–, son auténticas cifras de criada, como hubiera dicho Barrios Gómez.

Pero nada de eso nublaba el entusiasmo.

Ya se veían en la tradición de la familia Riojas, dueña de aquel magnífico negocio llamado Partido de la Sociedad Nacionalista. O –para un caso mas duradero y exitoso–, la franquicia “ecologista”  cuya presidencia le fue heredada al “Niño Verde” (cuando lo era), por su padre Jorge González Torres.

Ah, la “famiglia….” como le decía Don Corleone a “Sonny”, su hijo:

“– «Nunca vuelvas a decir lo que piensas a alguien que no sea de la Familia».

Pero ese entusiasmo habría hallado freno si a esa misma hora, cerca de las siete de la mañana de ese viernes negro, los Calderón Zavala o Zavala Calderón hubieran atendido a la conferencia mañanera del Señor Presidente. Les habría bastado con escuchar a una reportera a quien le habían dictado una oportuna pregunta con la cual se inauguró el “·diálogo circular”.

 

–“Mi pregunta es su opinión (sic) con respecto a esta resolución del INE de permitir dos nuevos partidos, también que tiene que ver con el sentir, como usted dice, de la población. Desde hace ya varios años los ciudadanos mexicanos estamos en contra de tantos partidos políticos que, a final de cuentas, cuando llegan al poder, lo único que hacen es segregarse y…”

A lo cual el Señor Presidente respondió con un tono de presagio para los ZC o CZ:

“…es un derecho que tenemos todos los mexicanos, el derecho de asociarnos, de participar en la vida pública del país. Es una decisión que le corresponde, en este caso, al Instituto Federal (SIC) Electoral, es el que decide, y también el Tribunal Electoral. Es el proceso que se contempla en las leyes y hay que respetarlo.

“Mi recomendación respetuosa es que se reduzca el presupuesto destinado a los partidos. Esa es una iniciativa de ley que está en el Congreso y no ha sido aprobada, porque sí es bastante dinero, son como cinco mil o siete mil millones, que en estos tiempos deberían de utilizarse, o una parte considerable, para atender la emergencia sanitaria y para las necesidades de la gente; tienen que apretarse el cinturón los integrantes, dirigentes, de los partidos políticos…”

Pero si esa respuesta no aludía directamente a los ZC o CZ, la siguiente  no dejaba lugar a dudas sobre la calificación del genitor político  del partido anunciado.

En la voz de la misma reportera designada, se escuchó esta pregunta con la cual se asociaban los dos temas: el nuevo partido y la persecución de los ex presidentes, uno de ellos –casualmente—papá de la criatura por nacer:

–“Y mi segunda pregunta, presidente, tiene que ver con esta consulta que se está promoviendo para enjuiciar a los ex presidentes”.

Después de una larga introducción en cuanto a la forma del posible enjuiciamiento, la consulta y todo lo demás, y con otra pregunta femenina intermedia, ahora de una segunda reportera tan avispada (avisada) como la primera, el presidente soltó la saeta envenenada:

“…Ese es el legado para las nuevas generaciones, limpiar a nuestro país de corrupción y que nunca más vuelva a suceder lo que ha venido pasando. Que no haya, como lo he dicho, García Lunas, que entre todos juzguemos…”

El presidente Andrés Manuel López Obrador

Hay muchas formas de decir las cosas. Una de ellas es sin mencionarlas, nada más con las alusiones, las conexiones, el encadenamiento de ideas cuya desembocadura es la misma. Y en este caso quien habla de Genaro García Luna habla también de Felipe Calderón.

Eso, y la inminencia reductiva del presupuesto del INE y las palabras rasposas en torno a la supresión de las transmisiones de la conferencia matutina en tiempos electorales; el costo de la consulta para el linchamiento y las fechas del tribunal popular, son las únicas explicaciones para convertir al INE en “saltapatrás” en cuanto a la formación del Partido México Libre, el cual –dicho sea de paso y sin necesidad de auxilio de las palabras presidenciales–, a mí me ha parecido siempre una farsa. Como su promotor y su “tándem” conyugal.

Pero no le toca a esta redactor analizar la exactitud de los procedimientos de ML. Le correspondía a la Comisión de Prerrogativas y Partidos Políticos la cual lo aprobó. La pregunta para el INE sólo puede ser esta:

–¿Cómo de la noche a la mañana los cinco votos favorables de los comisionados se tornaron en las siete reprobaciones del pleno?

Si los argumentos para imposibilitar el registro son los mismos usados para multar a la organización, bien hubiera bastado esa infracción al financiamiento puro y limpio (limpio no rima con pío) para no pasar a la siguiente etapa.

A las siete de la mañana las campanas tocaban a júbilo, y por la tarde noche, ya doblaban  a muerto.

Una vez más la política nacional del sí, pero no. Y el no, pero si, como decíamos hace unos días.

Ahora las cosas se van a ir al campo judicial.

Las impugnaciones caerán como la lluvia. Se inconforma Fernando González por quedarle mal a la suegra y el binomio FC MZ o MZ FC, por quedarse sin la simbólica protección de un partido político,  en vísperas del linchamiento consultado.

Por las redes se sueltan los insultos y hasta el finado Arnaldo Córdova viene en los mensajes de Felipe Calderón contra Lorenzo el Magnífico a quien le atribuye comportamientos de vergüenza para el desaparecido historiador.

Y así se escribe la historia. La mañana les traía la luz, la noche les brindo la sombra, la oscuridad, la desaparición.

¿Irán a los tribunales? Eso dicen.

¿Ganarán su causa? Eso no lo sabemos. Lo único cierto es la posible congestión de las palabras indigeribles.

–¿Hace cuantos días apenas, jactancioso y ufano como suele ser el de la “mecha corta”, soltaba la bravata:

–Nos van a hacer los mandados… decía al habar de Etileno XXI y la pesquisa.

“–Nos van a hacer los mandados… No nos vamos a dejar, es una maquinación mediática para estar dañando, o pretender dañar, a quienes vamos a competir a López Obrador y le vamos a ganar a Morena en las elecciones de 2021 (Radio Fórmula)».

Pues si sus afirmaciones son tan ciertas como el festejo del viernes por la mañana en el nacimiento de su “niño-partido” por el cual ya repartía puros, ya estuvo difícil ver quien le hace los mandados a quien.

Más bien lo han mandado… allá por Palenque.