El diluvio : Cuando el ozono nos alcance


Rafael Cardona

Posiblemente este relato, esta columna o esta reflexión se refiera a cosas inimaginables en la privilegiada luminosa y única claridad de Oaxaca, pero uno nunca sabe, vamos a ver cómo serán las cosas, cuando el ozono nos alcance, si nos llega la oportunidad…

Como dijo Neruda, «Nosotros ya no ozonos los mismos». 
Hace unos días desapareció el Distrito Federal… nación la CDMX.

Y esta semana, después de casi 15 años apareció otra vez el detritus celestial, todo el cielo, todo el aire de la ciudad se volvió otra vez una lata contingente, le llaman contingencia ambiental, yo le llamaría exceso de concentración de contaminantes y yo creo que esto nos dice que las cosas no pueden seguirse enfrentando con los mismos procedimientos que han permitido que en tres lustros, regresemos a donde estábamos antes, porque antes no había este tipo de controles, de verificaciones, que motores, que catalizadores y toda esta mitología de los autos eléctricos y la sustentabilidad ambiental.

Bueno, en 14 años regresamos a una contingencia de este tamaño.

¿Eso que quiere decir?

Pues que las medidas que estamos tomando no resuelven el asunto. Entonces, yo creo que ya es tiempo de dejarse un poco de las payasadas estas de las bicicletas y los carriles confinados y la Ecobici y todas esas cosas.

Porque las bicicletas no son las causantes de la contaminación, pero tampoco la van a resolver, no podemos soltar a la calle ocho millones de bicicletas, no se puede, no se puede en ninguna parte del mundo, yo no las vi en Pekín, antes de Deng Xiaoping no las vi, estaba Mao Tse-tung y no había tantas bicicletas, simplemente la gente caminaba de otra manera.

No son la solución las bicicletas, ni siquiera son el paliativo. La única solución es limitar las fuentes contaminantes que son los vehículos, y si no los puedes limitar… 

Yo no creo que la corrupción de los verificentros sea tan grave.

Yo creo que es más grave la corrupción de la política en general, como por ejemplo, esto de judicializarlo todo, o sea ahorita aquí tenemos casi 600 mil automóviles más, gracias a una interpretación de la Suprema Corte de Justicia, que la Corte lo hizo con apego a la constitucionalidad, pues entonces señores, porque ya que andamos haciendo una Constitución para el DF, modifiquémosla en beneficio del bien general, del bien de todos, porque si un señor que dice que su coche puede circular solamente porque aprueba mecánicamente las cosas, pues es momento de decir: los automóviles van a dejar de circular, todos, un día a la semana», se acabó, sin distingo de modelo, sin distingo de tipo de combustible, simplemente olvidas esto o vas a seguir teniendo estas horrendas mediciones que lo que te dicen, no es que sea un asunto de contingencia, es un asunto de salud.

cardona contingencia ambiental...

TODOS RESPIRAMOS EL MISMO AIRE

Qué es lo que estamos respirando todos, también los señores ministros a la Corte que aprueban cualquier cosa que se haga, ellos también están respirando el detritus celestial, ellos también y los vendedores de automóviles, y los corruptos del verificentro y sus hijos y sus hermanos, y su mamá, y su novio, todo mundo está respirando lo mismo.

Aquí si no hay, no hay soborno que valga, el pulmón no soborna al ozono, ni tampoco a las partículas suspendidas.

Una solución parcial sería esto, porque no aprovechas la noche, que disminuye la emisiones de las fábricas y los talleres, y todas las demás fuentes de contaminación, y haces el reparto de mercancías en la noche, con la cual agilizas la circulación de todos los que circulen de día, todos los tapones viales originados por camiones repartidores de refrescos, de pan, de mercancía, de mudanzas, todo el reparto, todo este enorme colección de pipas, carros tanque, carros de redilas, materialista que van tirando arena por las calles, todo eso, tu no lo haces de noche. 

Bajarías la presión de la circulación, la bajarías automáticamente. Que se corre el riesgo de seguridad, resuélvelos, tienen más de 30 mil policías, ponlos a trabajar también en las noches, págales el turno nocturno; que los propios empresarios paguen su seguridad, no nada más sus escoltas, que pasa como el Ferrari, que digan de a cómo, a lo mejor hacemos una vaquita.

Pero lo que no se puede, es quedarnos haciendo lo mismo, porque si tenemos el mismo resultado va hacer el mismo, y si el resultado no nos ha mejorado la posibilidad de que 14 años después volvamos a tener el ozono, ahora si literalmente por las nubes, entonces qué sentido tiene todo este cuento de la ecología.

CARDONA CONVENIOS EN EL ESCRITORIO

FALTAN SOLUCIONES REALES

La ecología no es algo que se produzca, la ecología es un balance y ese balance si se rompe, no es modificando la báscula como vas a restituir el equilibrio, es quitando los elementos nocivos que lo alteran y eso es lo que no hemos querido hacer.

Desde el principio de programa Hoy No Circula, se empezaron con las excepciones, que no haya excepciones, que no haya calcomanía 0, 00, maromero, que no haya. Simplemente los coches se paran y se paran, porque si no se paran los coches va a ocurrir lo que decía el electrocardiograma de un amigo mío que era muy vicioso, muy borracho y muy parrandero y no dormía, y el médico le hizo un electrocardiograma y cuando se lo enseño dijo: «mire lo que dice el corazón», y vio puras rayitas, dijo «no le entiendo, ¿qué dice?».

Dijo, o le paras tú, o le paro yo.